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Hace (48) meses
Sé un líder emocionalmente inteligente
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Queridos lectores, esta semana escribo sobre un gran tema que se habla a nivel organizacional que es sin duda el de la inteligencia emocional, no por nada hoy en día la Inteligencia Emocional, es considerada una de las competencias más importantes que todo líder organizacional debe tener. La habilidad para manejar el cambio, gestionarlo, para resolver problemas, para interactuar con las personas, para trabajar incluso bajo presión; es un tema que hoy en día se ha convertido en uno de los mayores retos que enfrentamos sobre todo las empresas que están librando una competencia global cada vez más encarnizada.

Hoy en día,por la alta exigencia organizacional, estamos sometidos a un fuerte estrés, a una demanda cada vez mayor por mejores logros y resultados y eso llega un momento en que definitivamente puede saturar nuestra tolerancia y frustrar nuestros intentos debido a un colapso emocional.

¿Por qué nos ocurre esto? El estrés es uno de los grandes riesgos psicosociales a los cuales nos estamos enfrentando actualmente, como lo escribí más arriba, la alta demanda que enfrentamos todos en cualquier tipo de trabajo puede hacer que en algún momento podamos perdamos el control.

El estrés tiene que ver con la presión, con lo que está sucediendo, con la exigencia que tenemos, pero más allá de eso, el estrés es la incapacidad que muestran las personas para hacer frente de manera eficaz a un agente estresor, esto quiere decir que el estrés no afecta de la misma manera a todas las personas, depende mucho de la habilidad que tengamos para poder manejar las situaciones; por lo tanto, la inteligencia emocional se ha convertido en la competencia clave si es que queremos entender por qué algunas personas tienen éxito y otras no en un ambiente cada vez más competitivo.

Existen dos elementos claves que debemos considerar si hablamos de alto rendimiento organizacional.

El primer elemento es la autogestión, esa habilidad que tenemos para gestionarnos a nosotros mismos. El autoconocimiento, esa habilidad para poder saber cómo nos encontramos y la manera en que los agentes estresores nos están afectando; cuando una persona sabe reconocer sus emociones y sabe lo que le pasa en su interior tiene una habilidad mayor para dirigir adecuadamente eso que le está sucediendo. Así que tomarnos un respiro y darnos cuenta en qué momento nos estamos saliendo de nuestras casillas, ver cómo nos afecta y tomar conciencia de cómo las situaciones nos pueden rebasar y saber cómo actuar, cómo salir y tomar un respiro sabiendo que alterado no es el mejor momento para resolver el asunto, eso es tener conciencia de ti mismo.

La autogestión es la habilidad que tenemos para canalizar nuestra energía emocional hacia niveles más productivos, hacia niveles que nos lleven a un mejor control de lo que nos está sucediendo. ¿Cómo canalizo esas emociones? A través de los pensamientos, la manera en que los estamos interpretando, las situaciones que nos ocurren, así que el drama que nos ocurre como seres humanos no es por las situaciones que suceden fuera, sino que ocurren por la manera en que las interpretamos en nuestro universo mental, así que canalizar los pensamientos correctos puede llegar a dirigir adecuadamente las emociones para poder automotivarlos, y ese elemento de la  automotivación, tan ligado a la autorregulación, es capaz de transformar y cambiar el nivel emocional que tengamos en ese momento. Así que en lugar de sumirte en la depresión, pensando en todas las deudas porque no dirigir tus pensamientos hacia lugares más creativos y decir cosas como por ejemplo: “Esta situación es un reto que tengo que cumplir, que puedo hacer en este momento para sacar adelante esta situación”. Canalizar la energía de manera correcta es lo que te va hacer resolver o no la situación, pero esto es una habilidad que tienes que desarrollar, generar la disciplina para que no seas presa de tus emociones  sino que el pensamiento sea capaz de guiar tus emociones.

El otro componente es la habilidad de gestionar las relaciones que tengo con los demás, trabajo, casa, amigos, etc., esta es fundamental. Tenemos que aprender a reconocer las emociones de los demás, esto lo logras a través de una gran herramienta llamada empatía, lo que hemos escuchado muchas veces es que nos debemos poner en los zapatos de los demás, pero además es ponértelos y caminar unos 5 km con ellos para entender lo que se siente. Esto significa darnos cuenta de lo que está sucediendo en el universo mental de las personas, cómo es que las emociones les están afectando, qué les preocupa o qué les motiva. Si yo puedo detectar esos mecanismos que disparan sus emociones y tengo el conocimiento para poder dirigir adecuadamente sus emociones en busca de los resultados que todos estamos buscando, eso se llama influencia; así que prestar atención al universo mental de los demás, escuchar como hablan, darnos cuenta de qué les preocupa o que los motiva, darnos cuenta de cómo le están afectando las situaciones, cuando yo soy empático con la gente puedo ver el mundo cómo lo ven ellos, puedo llegar a sentir un poco lo que puede estar pasando dentro de su mundo interior y esa habilidad es clave si quieres liderar a las personas.

Después de gestionar las emociones viene otro punto importante y son las habilidades sociales, la manera en la que gestiono las relaciones con las demás personas para que yo pueda generar resultados, sinergia, colaboración para dirigirnos a un objetivo común. Así que esas habilidades sociales que tengo que desarrollar son muy importantes tales como: comunicación efectiva, asertividad y negociación, esas habilidades que me permitan trabajar en equipo para lograr resultados, y eso solo lo voy a lograr con el lenguaje correcto, los argumentos correctos, los porqués correctos para que la gente pueda sumarse al objetivo en común.

Si tú eres un líder que tiene una visión, pero no la sabes compartir o transmitir al mundo emocional de las personas, no importa que tan capaz o inteligente seas, cuanta experiencia tengas, no podrás llegar muy lejos, de tal manera que tus habilidades técnicas son muy importantes, nadie niega que el conocimiento será determinante para el éxito pero lamentablemente no es lo más importante. La habilidad que tu tengas para gestionar tus emociones y gestionar las emociones de los demás, para lograr orientar los esfuerzos hacia un objetivo compartido, eso es lo que genera grandes resultados. Daniel Goleman, en 1995, lo dijo claramente: “La competencia emocional es dos veces más importante que la competencia técnica cuando se trata de explicar el desempeño de la alta gerencia”.

Así que queridos lectores una gran clave: desarrolla tu mundo emocional, conecta con los demás y estoy seguro que tendrás un éxito ilimitado en todo lo que te propongas.

Como siempre,te deseo larga vida, salud y prosperidad.

Hasta la próxima.

Alberto Tristany Zarauza

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