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Hace (14) meses
Renta caro tu amor…
Corrupción, ¿cuál?
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A seis meses de la llegada de Francisco Olvera Ruiz al gobierno estatal, la Unidad de Transparencia respondió una solicitud de información en donde afirmaba que el edificio ubicado en la céntrica calle Victoria, ocupado en ese entonces por el Registro Público de la Propiedad, pertenecía al patrimonio gubernamental.

Dos años después, según documentos oficiales, se rentaba ese edificio para la misma función a los dos dueños: María Guadalupe Ballesteros y Moisés Rivera Espinosa, un homónimo o quizá el mismo luchador de izquierda y fundador del PRD en Hidalgo.

Cuando dejó la gubernatura Olvera, esa dependencia ya pagaba 258 mil 236 pesos mensuales de renta. Sin olvidar que el Registro Público fue dirigido por Leticia Ledezma Sánchez, aquella controvertida presidenta del comité municipal que le quitó el triunfo electoral a José Antonio Tellería y luego se lo regresó al ser comprobarse el fraude cometido por los priistas que buscaban encumbrar al doctor Alberto Jonguitud Falcón.

En fin, este es apenas un ejemplo de la forma en que el patrimonio público está sujeto a cambios según el gobernante en turno. Y como una constante, la práctica deshonesta de hacer pagos políticos o beneficiar a los amigos o cómplices a partir de las altas rentas.

Durante los últimos sexenios, el gobierno engordó tanto que estalló y lanzó a cientos de burócratas a pequeñas oficinas habilitadas, sin servicios, sin ventilación, carentes de estacionamiento, aunque todas tenían una constante.

Los dueños eran la constante: todos eran amigos o cómplices de los encargados de autorizar las rentas. Por ejemplo, un edificio contratado por la Secretaría de Salud con casi 300 empleados al interior con un servicio sanitario restringido porque no estaba planeado para ese número. Aquí valdría observar los protocolos de Protección Civil.

De Miguel Osorio a la fecha, todos se mudaron a poblar las oficinas recién hechas en la Zona Plateada. Por supuesto que las rentas se inflaron de forma desmesurada, y nadie podía decir que no, debido a que era orden del propio gobernante. No faltó quien asegura que estos edificios pertenecen a la familia del exsecretario de Gobernación.

Al igual vemos que otro exgobernador, Murillo Karam, a través de su yerno, durante largos años ha cobrado ventajosas rentas de oficinas gubernamentales del estado, según los reportes de la propia Unidad de Transparencia.

En alguna ocasión, el propietario de una casa ubicada en Constitución confiaba su mala suerte, puesto que el contrato de arrendamiento con la Secretaría de Desarrollo Económico concluyó. Al preguntar cuál sería la diferencia, pues, fácil, dijo, como oficina de gobierno cobraba 35 mil pesos mensuales y como vivienda a cualquier particular la renta no estaría por encima de los 7 mil pesos.

Esa bonificación o pago de marcha, como la calificaban los priistas, estaba dirigida a los exdirigentes, a quienes fueron alcaldes, o bien a quienes en algún momento arriesgaron su patrimonio a cambio de las necesidades del sistema político.

Por ello, veíamos a jueces, notarios, profesores o abogados como propietarios beneficiarios, según la lista de los arrendadores. Sin embargo, luego menudearon algunas empresas parásito que eternamente han chupado el presupuesto como el Club de Futbol Pachuca, o bien las empresas fachadas, los cómplices o empleados de salario mínimo que son enviados como carne de cañón a realizar contratos que no saben de qué se tratan.

Los nuevos encargados de esos menesteres, sin duda, deberán corroborar físicamente el estatus de cada propiedad, porque resulta que algunos de ellos ya cambiaron de dueño. Por ejemplo, quién vendió el terreno que ocupa actualmente Laboratorios El Chopo en Ixmiquilpan o quién regaló y bajo qué condiciones al menos dos propiedades en el parque Hidalgo, en la capital, bajo pretextos de fundaciones patito.

Y claro está que la posesión de La Maestranza no es moral, ético y mucho menos legal. Qué peor muestra de la deshonestidad de dizque funcionarios que alguna vez tuvieron la desfachatez de decir que trabajaban por los hidalguenses.

NIMIEDADES: Ante las alianzas anunciadas por los opositores a Morena, en Hidalgo deberán existir definiciones de algunos actores que buscan figurar en la boleta a la presidencia, tal como Omar Fayad y Miguel Osorio. Ya es tiempo.

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