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Reflexionando… Domina tu miedo (última parte)

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Domina tu miedo (última parte)

Estimado lector, si leíste el artículo anterior, sabes que en este artículo escribiré sobre el último paso para lograr dirigir tu neuroplasticidad, desmantelar todas esas rutas neurales del miedo y crear un cerebro radiante orientado a la posibilidad y a la confianza.

Un breve resumen del artículo anterior fue conocer el miedo, lo que te provoca, comprendiste el porqué de los miedos y eso, al final, te da otra perspectiva y el día de hoy aprenderás cómo conquistar el miedo y cómo llevar tu vida a un nuevo nivel. Los tres aspectos básicos son: conocer, comprender y conquistar. A partir de esto, comenzarás a transformar tu vida total y completamente.

Los miedos como ya he mencionado en artículos anteriores no son malos en sí mismos, no son monstruos que nos devoran y nos dejan arruinados, siempre y cuando sepas encausarlos, pero si no haces nada, lo que va a lograr en ti es paralizarte y no lograrás salir adelante.

Es como un árbol que tú siembras y no le pones abono a la tierra, no lo riegas y lo dejas, ¿qué es lo que va a suceder con ese árbol? Se secará, no tendrá impulso para crecer y dar lo que tenga que dar. Lo mismo pasa con los seres humanos tienes que comenzar a impulsar tu vida a partir de dominar el miedo, no luchar contra él.

Ahora iremos al tercer paso, ya que conoces que es el miedo y comprendes por qué ocupa tanto espacio en tu vida, vamos a la conquista.

La clave para conquistar el miedo es lograr el dominio sobre dos aspectos de ti:

  1. El dominio mental. Cuando el miedo aparezca, no sucumbir ante él, no perder la cabeza, conservar la calma y ser capaz de cambiar tu relación con ese miedo para que no te someta.
  2. El dominio nervioso. Tienes que aprender a salir del modo simpático de tu sistema nervioso (la respuesta de amenaza) y entrar en modo opuesto. El sistema nervioso parasimpático de forma consciente, intencional y voluntaria.

Cuando dominas estos dos aspectos en ti, la dimensión mental y nerviosa, conquistas tu miedo.

¿Cómo logras el dominio mental? Esta mentalidad resiliente con acción, para fortalecer tu mente tienes que hacer todo eso que la voz de tu miedo te dice que no hagas, eso que te esta impidiendo hacer, tienes que reunir ese coraje y actuar. No basta con pensar o con tener buenas intenciones, si solo te quedas en lo mental, en desear o aspirar no conquistas nada, y cuando actúas a pesar de tu miedo, cuando no te dejas detener a pesar de que sientes que tu miedo está ahí tan intenso como siempre, ahí estas volviéndote cada vez más fuerte mentalmente, más resiliente. Así que cuando tu miedo empiece a decirte todas esas cosas que siempre te dice y te paralizan, arrincónalo actuando, actúa y dale un golpe duro, demuéstrale que ya no tiene poder sobre ti, que tú ya no te dejas dominar cuando aparece, acción, acción y mas acción.

Ahora ¿Qué sucede cuando el miedo va más allá de lo mental y se convierte en pánico y ansiedad? Cuando esto suceda, tu mentalidad por sí sola no va a servir de mucho porque tus sensaciones físicas serán demasiado intensas, en estos casos tienes que ir por lo biológico o nervioso, que es el segundo aspecto que debes dominar, tienes que sacar intencionalmente a tu sistema nervioso del modo de amenaza y activar la respuesta de relajación para desactivar las sensaciones físicas que te golpean.

¿Cómo logras esto? La mejor forma de hacer esto es la respiración abdominal o diafragmática, respirar usando el estómago, este tipo de respiración es una clara señal para que tu sistema nervioso salga inmediatamente de la emergencia y active el modo de crecimiento y reparación, las hormonas del estrés se reabsorben, el corazón se desacelera, la tensión muscular se relaja y todas las sensaciones físicas de la ansiedad y el miedo desaparecen.

La clave es dominar tu atención, así dominarás tu energía mental.

Sigue estos pasos y verás cómo tu vida comienza a cambiar y transformarse desde este momento en adelante y tus sueños los verás realizados.

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Como siempre les deseo larga vida, salud y prosperidad.

¡¡Feliz Día del Padre!!

Hasta la próxima.

 

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