· 
Hace (12) meses
Puras promesas
Compartir:

¿De qué sirve que autoridades juren y perjuren que lo primordial para ellos es la educación, si cuando se trata de en verdad demostrar ese apoyo nada más se hacen como el tío Lolo?

Hace algunas semanas se conoció la historia de Ricardo Vargas, un brillante estudiante de la carrera de Aeronáutica en la Universidad Politécnica Metropolitana de Hidalgo, quien había sido invitado a participar en una estancia en la NASA.

Imagínense qué orgullo para el chavo y más aún para sus padres, quienes no caben de gusto porque su hijo, un joven huasteco, iría a la NASA.

Vecinos de la comunidad de Tehuetlán, en Huejutla, ya ven a Ricardo en una nave espacial listo para despegar hacia la luna.

Para Ricardo no son sueños guajiros: es el resultado de años de desvelos, de trabajo en los laboratorios de la universidad, del sacrificio que significó dejar a su familia y cambiar su residencia a Tolcayuca, al otro extremo del estado, para cursar la carrera de ingeniero, además de ser un alumno destacado, con buenas calificaciones.

Este reconocimiento a su tenacidad no es gratuito: ha sido producto del trabajo de su padre como administrativo en una escuela, quien tiene que estirar al máximo su salario para pagar la escuela, pasajes, hospedaje y comida.

El único problema de Ricardo para consolidar su sueño de llegar a la NASA es juntar los recursos para el viaje.

A Ricardo la federación no le da becas por rascarse la panza, ni tiene que hacer filas kilométricas, en las que, por más de 10 horas parados en el rayo del sol, las personas esperan a que les inscriban en programas sociales.

Así que Ricardo ha tocado otras puertas, como la de la presidencia municipal, donde no le negaron la ayuda y le dijeron que como apoyo le permitirían a él y a su familia instalar durante el periodo vacacional de Semana Santa un puesto de aguas frescas.

Y así, con tremenda ayuda, Ricardo colocó una mesa en la calle y se dispuso, junto a sus padres, a vender aguas frescas y algunos antojitos para juntar el dinero para ir a la NASA.

Familiares y amigos estuvieron más que dispuestos a ayudar a Ricardo y acudían a comprar el agua fresca o el taquito, demostrando que las personas que menos tienen son las que más ayudan, porque otros son bien ojetes.

Me cae que es indignante que mientras a algunos chavos por hacer nada los premian mensualmente con una lana, a otros jóvenes esforzados, estudiosos, destacados, innovadores de plano los ignoran.

Y ya que hablamos de ignorar a los jóvenes brillantes originarios de la Huasteca hidalguense, resulta que Dayana Sanjuán Hernández, una boxeadora adolescente de tan solo 14 años, también de Huejutla, fue a competir en un torneo local en Guanajuato.

Ahí Dayana ganó sus dos peleas y representantes de la delegación de Canadá la observaron pelear y la invitaron a participar en un torneo internacional de boxeo.

Por supuesto que la adolescente admiradora de Manny Pacquiao se emocionó, pues su sueño es llegar a ser boxeadora profesional, pero la realidad la bajó de la nube porque no tiene recursos para viajar a Canadá.

El hecho de que Dayana sea considerada para contender en el extranjero no es suficiente para conseguir de las autoridades, que aseguran que los jóvenes son su prioridad, algún apoyo para su viaje.

Y así, estos jóvenes exitosos andan en busca de patrocinios, como vender aguas frescas, rifas y todo lo que pueda ayudar para cumplir sus sueños, mientras las autoridades los ignoran o de plano se hacen güeyes.

Compartir:
Relacionados
title
Hace 2 días
title
Hace 3 días
title
Hace 6 días
title
Hace 6 días

© Copyright 2023, Derechos reservados | Grupo Criterio | Política de privacidad