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Hace (24) meses
¿Y dónde estaba la seudosecretaría?
Marco Moreno
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Es verdad que la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales es parte del Gobierno de México su lugar en el gabinete es indiscutible, pero ¿entre sus funciones está el denostar? ¿El señalar a quienes actúan en el país en uso de sus derechos? Mal y de malas cuando el organismo público encargado de regular las acciones del gobierno y las empresas, las deja de lado y se suma al coro de las descalificaciones.

¿Dónde está la secretaría en la búsqueda de impedir que se destruya el patrimonio natural del país en diversos lugares, no solo por las empresas que históricamente han dañado al país, sino también por las malas decisiones del gobierno?

La simulación, al igual que el sectarismo, lo mismo que el culto a la personalidad es uno de los vicios a los que se enfrenta el actual gobierno, se práctica a lo largo y a lo ancho del Ejecutivo federal, se pondera como positiva, la defensa a ultranza de las posturas presidenciales y se deja de lado la oportunidad de construir un gobierno democrático.

Si, ya sé, dicen los sectarios, que es democrático y que nunca como hoy se puede decir lo que se quiera. Si esto fuera verdad, no se descalificaría de inmediato a aquellos que piensan diferente al presidente, a él, la 4T no existe después de él; ah, dirán, tienen derecho a la réplica, claro, solo que la réplica es igualmente razonada, pensada y orientada a la búsqueda de soluciones.

Pero no, a la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales corresponde entre otras obligaciones establecidas en la Ley Orgánica de la Administración Pública Federal en su artículo 32 bis en la fracción XI, la obligación de “evaluar y dictaminar las manifestaciones de impacto ambiental de proyectos de desarrollo que le presenten los sectores público, social y privado; resolver sobre los estudios de riesgo ambiental, así como sobre los programas para la prevención de accidentes con incidencia ecológica”.

Así que no, no puede preguntar por los que asegura, son seudoambientalistas, sino cumplir con sus obligaciones legales e informar sobre el manifiesto de impacto ambiental y las medidas de remediación que dicto a las dependencias federales encargadas de llevar a cabo las obras en diversos puntos del país.

De alguna manera, hacer la pregunta, la coloca en el papel de seudosecretaría, al olvidar sus obligaciones en torno al cuidado y la verificación ambientales que por si o por la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente debe estar realizando.

Cualquiera puede creer que la Semarnat está en su derecho de desacreditar a los que calificó de seudo ambientalistas, pero no es así, asociarse en torno a los asuntos de la República es un derecho humano, señalar de seudoambientalistas a quienes ejercen un derecho humano de asociación, deja a la Semarnat en el triste papel de la ignorancia en materia ambiental y en materia de derechos humanos.

Sobre todo, si al momento de descalificar el derecho a asociarse, pone en entredicho el derecho humano al medio ambiente consagrado en la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos.

Además, en el mismo artículo de la ley, pero en la fracción XVII, se establece la obligación de la secretaría de “promover la participación social y de la comunidad científica en la formulación, aplicación y vigilancia de la política ambiental, y concertar acciones e inversiones con los sectores social y privado para la protección y restauración del ambiente”.

Así que ¿dónde está a seudosecretaría? La que no entiende su papel en la administración pública y en la sociedad mexicana; la que se le olvida que uno de sus primordiales deberes es el de garantizar el derecho de las personas a un ambiente sano.

Valdría la pena recordar a la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales, que el manifiesto de impacto ambiental, es un documento que se crea, en primer lugar, para evitar que las acciones del gobierno pusieran en riesgo el equilibrio ecológico, si, el gobierno.

Ya en el año de 1971, al prepararse para participar en la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Medio Ambiente de Estocolmo en 1972, se promulga la Ley Federal para Prevenir y Controlar la Contaminación Ambiental y por 1980, inician los trabajos de medición del impacto ambiental, principalmente en las obras que el gobierno de la república lleva a cabo.

Mal y de malas cuando la Semarnat, deja de lado su responsabilidad frente a la nación y se convierte en vocinglera mal pagada de una obra que debería estar regulado de manera cotidiana. Mal y de malas

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