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Hace (32) meses
Sustentabilidad urbana
Pachuca, sin fecha para reforestación de Jardín de los Hombres Ilustres
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El necesario derribo de los árboles del Jardín de los Hombres Ilustres arte pone de relieve una serie de situaciones que se presentan, no solo en Pachuca, sino en todo el estado, la inexistencia de un plan de manejo de las áreas verdes en la demarcación municipal.

Parece ser mucho que nos atrevamos a decir que debe de existir un plan de manejo de las áreas verdes en los municipios del estado, pero si existieran tendríamos la certeza de que el destino y uso de las áreas verdes sería totalmente certero y definido.

Un plan permite conocer la cantidad de áreas verdes existentes en el municipio, parques, jardines, camellones, entre otras, además de las especies que en cada una de ellas se desarrolla, tallas, posibles riesgos para la salud de las mismas.

Pero también permite que se conozca la evolución de los individuos de cada lugar, pudiendo establecer programas de manejo y, en su caso, de la necesaria atención de riesgos y/o sustitución de estos. Un plan permite que nos enfrentemos a los riesgos con la posibilidad de prever de manera adecuada los problemas y diseñar a tiempo las soluciones.

Es algo que deberían de saber las autoridades municipales ambientales del municipio. Sin embargo, desde la perspectiva del derribo de casi 300 árboles, es claro que su conocimiento sobre el tema es bastante reducido.

Estamos hablando de la desaparición de casi la totalidad de los árboles del parque, así nada más, bajo el argumento válido, pero insuficiente de una plaga. Válido porque es necesario derribar cada uno de los árboles, insuficiente porque se pudo evitar con un programa adecuado de atención fitosanitaria que, de existir, pudo evitar la muerte de todos esos árboles.

Ese es el problema, que la autoridad municipal ha visto desde lejos los parques y ha entendido que basta con regar y, de vez en cuando, podar, dicen ellos, los árboles y arbustos de los parques de la ciudad.

Es importante aprender de los errores, es importante que de ahora en adelante se pueda contar con un plan de manejo de las áreas verdes en la ciudad, en los municipios de la entidad, de tal manera que el ayuntamiento pueda verdaderamente hacerse responsable de la flora y la fauna que se encuentra en su jurisdicción.

Eso es lo que marca la ley, así lo establece. Hacerlo permitirá que no se repita el lamentable hecho de tener que derribar árboles. Pero también, si el ayuntamiento es incapaz de cuidar los parques, jardines y camellones de la ciudad ¿Cómo queremos qué se haga responsable del resto de la flora y fauna del municipio?

¿Qué hace la Secretaría de Medio Ambiente del municipio? ¿Cuál de todas las funciones que debe cumplir ésta abordando? ¿Está verdaderamente en condiciones de construir la sustentabilidad de la ciudad?

Las preguntas surgen frente al hecho mismo de que nunca jamás el municipio de Pachuca se ha opuesto al derribo de árboles en su jurisdicción para la realización de obras viales y/o de infraestructura para el transporte masivo.

Cada árbol derribado, por las causas que sean, representa la forma en que se gestiona la flora toda en la ciudad, el derribo de cada árbol, es en sí mismo, el estruendoso ruido del fracaso en la gestión ambiental de la ciudad.

Ha restado toda importancia a las áreas verdes en función del cambio climático y la responsabilidad municipal de construir las condiciones mínimas necesarias para el proceso de adaptación y mitigación. Sin áreas verdes no podemos de ninguna manera enfrentar el cambio climático, pero tampoco podremos hablar de una ciudad sustentable si dejamos crecer los asentamientos irregulares y los fraccionamientos regulares sin ton ni son. El reto es enorme y la autoridad pequeña.

No es ocurrencia decirlo, no es ligereza, la realidad está alcanzando a la actual administración y su capacidad de dar respuestas se está viendo desdibujada, diluida frente a cada problema del entorno municipal.

Debe de tener mejores estrategias, mejores planes, de tal manera que se pueda abonar al futuro real e la ciudad, futuro alejado de los interese de grupo o políticos, capaz de ejercer un gobierno que atienda las necesidades reales del municipio y no los compromisos políticos económicos o electorales.

Las áreas verdes de la ciudad son reducidas, pocas, limitadas y si sobre ellas pesa el abandono y la simpleza en la gestión, estas no cuentan con futuro y la ciudad no cuenta con viabilidad ambiental. Una vez más, el problema ambiental de la ciudad es grande y la autoridad municipal, desafortunadamente, es pequeña.

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