¿Cómo debe ser la nueva realidad de Hidalgo? ¿La elección del nuevo gobernador o gobernadora debe ser, solamente, en función de su popularidad? ¿Estamos listos para lo que se denomina alternancia?
El día de la elección ya se encuentra a la vuelta de la esquina, tendremos 6 años de un gobierno que representará, en mucho, el tipo de decisión que adoptemos al momento de cruzar la boleta electoral. Hemos escuchado las descalificaciones en contra de uno y otro, hemos sido testigos como la sociedad se ha sumado y ha creado un coro de descalificaciones y de condenas en contra de los candidatos.
A pesar de ello, las preguntas siguen en la mesa. Los programas de gobierno o las promesas no alcanzan a esbozar un escenario de realidad, al menos en materia ambiental no sucede. Más allá de que el candidato del Verde Ecologista mencione una y otra vez los temas de carácter ambiental, hasta el momento no es tema de campaña político electoral.
No hay un tema que se convierta en eje de sus campañas, en el tema central o, al menos, en la propuesta de transversalidad en la construcción de políticas públicas.
¿Hasta dónde lo que han dicho ahora los candidatos, se puede, verdaderamente, traducir en un acrecentamiento del disfrute de los derechos económicos, sociales y culturales? Hace apenas 3 años la lucha por los derechos humanos en el país, era frontal, abierta y encaminada a lograr dignificar la vida de las personas. Pero los índices de pobreza han aumentado de manera alarmante. ¿Cómo se refleja en el discurso de los candidatos? ¿Cuáles son sus propuestas para dignificar la vida de las personas?
La Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) asegura que “la pobreza priva a los seres humanos de sus necesidades básicas y los coloca en situación de vulnerabilidad”, esta situación hace que el disfrute de sus derechos humanos se vuelva inexistente.
A decir de la Unesco, “las personas en pobreza no tienen derechos” porque no pueden cubrir de manera satisfactoria sus necesidades de alimento, vestido, agua, vivienda apropiada, educación entre otros. Decirlo así, sin rodeos y sin retórica, permitiría a los candidatos construir una poderosa sinergia electoral.
Algo a lo que, por supuesto, no están acostumbrados.
Para la Unesco la pobreza puede caracterizarse “como una violación de los derechos humanos”, por lo que “ésta se convierte en un imperativo ineludible. De hecho, los derechos humanos proporcionan un marco para la erradicación de la pobreza de muchas maneras”.
Si partimos de aceptar esta declaración como cierta, debemos reconocer que cuando se combate la pobreza de manera frontal, las personas logran acceder a los satisfactores que hacen posible erradicar la pobreza. Es decir, se deben de tomar acciones que impidan que la pobreza sea una situación sostenida y permanente.
¿Pueden los candidatos al gobierno de Hidalgo comprometerse a lograr la erradicación de la pobreza? ¿Acaso argumentarán que es una situación que no depende de ellos y sus habilidades para la actividad de gobierno?
“Los derechos humanos proporcionan un marco normativo en el que se empodera a grupos vulnerables y se los reconoce como agentes principales y sujetos de derecho”, asegura la Unesco, y se complementa necesariamente con los señalado en el artículo primero de la Constitución de respetar los derechos humanos reconocidos en ella.
Aún más: “la Resolución 63/142 de la ONU (5 de marzo de 2009) solicitaba expresamente a las agencias de la ONU que apoyaran las estrategias nacionales, compartiendo buenas prácticas en el campo de la pobreza y el empoderamiento legal de las personas pobres.”
Al ser parte México y, por ello, Hidalgo, de los compromisos internacionales de combate a la pobreza, cualquier persona puede esperar más que un simple discursos y más que la ampliación de programas de tipo asistencial. Espera uno que estos programas de tipo asistencial, sean la puerta para una movilidad social, indispensable para que las familias disfruten de manera plena de sus derechos humanos.
Así como los argumentos para combatir la pobreza, pueden ir más allá de los simples discursos emocionales con el que los candidatos al gobierno de Hidalgo pretenden conquistar el voto de los ciudadanos, también los demás temas pueden abordarse de manera sistemática y con elementos constructivos de políticas públicas.
Políticas públicas, el concepto central de toda campaña y el gran ausente en los discursos políticos. Políticas púbicas, pareciera que los candidatos consideran a las personas que van a votar por ellos incapaces de entender los conceptos de la política y por ello usan discursos simplones y emocionales que en nada ayudan a delinear el futuro de la entidad. Ni más ni menos.
