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Hace (52) meses
La muerte
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Hoy, iba a ser el artículo sobre la continuación de Macro y Micronutrientes, pero dadas las fechas que se acaban de celebrar como Día de Muertos, se me hizo interesante reflexionar un poco con ustedes, queridos lectores, sobre la muerte.

Todos pensamos o vivimos como si nunca fuéramos a morir, ¿no te ha pasado? Generalmente, suele ser un tema tabú en muchas sociedades e incluso en algunas familias; a mí me gustaría compartir el día de hoy esta reflexión, pero también que tú mismo hicieras las tuyas y si quieres compartirlas, me las puedes enviar al correo que aparece al final del artículo.

¿Qué es la muerte? La muerte es algo natural, es lo único que tenemos seguro al nacer, que es la muerte, el término de la vida a causa de la imposibilidad orgánica de sostener el proceso de la vida dentro de nosotros. Nacemos, crecemos, nos multiplicamos y partimos.

¿Pero qué dejamos en la vida? ¿Qué pasa con nosotros y la muerte? ¿por qué le tenemos tanto miedo si es lo único que tenemos seguro? No voy a hablar de que pasa después de la muerte porque ya son temas espirituales y no quiero entrar en terrenos pantanosos; pero sí quiero hablar de la experiencia de la vida. Yo creo que la muerte es la culminación de la vida misma; hay dos formas de morir: de manera natural

(cuando el organismo colapsa por sí mismo y deja de funcionar) y la otra, de manera violenta o antes de tiempo.
En estos días, hemos recordado a familiares que han partido, padres, hermanos, hijos, abuelos, etc., mucha gente que se nos adelantó en el camino ¿pero cuánta gente dentro de esta gran celebración y honor a los difuntos, con todas esas hermosas ofrendas que hay, cuánta gente en su interior reflexiona o piensa “no le pude decir esto antes de morir”, “se fue enfadadx conmigo”, siempre acercarnos a los difuntos sintiéndonos bien con nosotros mismos? ¿Cuánta gente se siente mal porque se fue alguien y no le pudo decir, o no le pudo perdonar o no pudo solucionar el problema que tenían?

Hemos tenido en estos días la oportunidad de convivir con toda la familia y yo hago esta reflexión: ¿has puesto en orden la situación con toda tu familia? ¿Has solucionado esas viejas rencillas que hay entre familiares? ¿Se han dicho lo que se tenían que decir de una manera pacífica, amable y con una actitud de perdón y reflexión, pensando que esa persona algún día puede partir o te puedes ir tú y que va a quedar ese vacío porque alguno ya partió? ¿Te has puesto a pensar de que realmente lo que pasa en la vida son situaciones que nos ayudan a crecer pero que no tenemos que guardarlas incluso más allá de la vida, haciendo que los demás se sientan mal?

¿Qué paso dejamos en la vida en aquellos que nos van a recordar? ¿Cómo nos van a recordar, nos van a recordar como alguien que les brindó felicidad, alegría, motivación o nos van a recordar como una persona que ha sido víctima, que se la ha pasado quejándose, llorando y amargando la vida a los demás? Yo lo he escrito en otros artículos, insisto que la prioridad del ser humano en esta vida es, principalmente, buscar la felicidad, cada quien define la felicidad a su modo pero es buscar tu felicidad. Cuando uno es feliz proyecta esa felicidad hacia los demás, ¿no te ha pasado que un día te levantas contento, feliz y todo tu alrededor va al coro tuyo? Esto es real, ¿Por qué no transmitir esa felicidad y permitir que la gente nos recuerde por esa felicidad? ¿Por qué en vida, hermano, en vida no solucionamos los problemas con la gente que nos rodea, mas allá de si continuamos con una relación con ellos o no? Yo eso lo he insistido siempre, zanja tus diferencias, tu coraje, tu ira, tu resentimiento con la persona que te lo generó o contigo mismo porque muchas veces nosotros mismos somos los causantes de estas situaciones; zánjalo para que él tenga paz y por qué no, querido lector, tener tú mismo paz y que el día que nos toque partir, porque en algún momento va a suceder, dejemos una huella diciéndole a la gente que nos ha rodeado, a la gente que amamos, que nos recuerden por ser una persona feliz y que dio felicidad, que no se amargaba por simplezas, que no se guardaba odios ni corajes que no eran suyos y simplemente se dedicó a hacer el bien y dar el bien a los que le rodeaban y se le acercaban y eso, quizás, es lo más importante de todo.

Yo te invito a que reflexiones y pienses si realmente mientras tu corazón late eres un ser vivo, piénsalo, porque debemos concebir el cuerpo más allá de la biología, porque hay una concepción social y religiosa sobre la muerte muy fuerte, se suele considerar la muerte como la separación del cuerpo y el alma y muchos así lo creen, por lo tanto la muerte implicaría el final de la vida física, no de la existencia, la creencia en la reencarnación, el cielo, etc. son creencias muy comunes, en muchas culturas; yo pienso que las creencias están bien siempre y cuando te den una esperanza que después de aquí hay algo más para ti y tu familia, que no es el final de todo, sino el principio de algo diferente, pero también es importante lo que dejamos aquí.

Y la pregunta que te dejo como reflexión es: si hoy me tocase partir ¿Cómo me recordarían, qué dejo en este planeta de bueno? ¿O solo me dediqué a trabajar y no dejé ninguna huella? ¿Qué es lo que dejo yo aquí? Piénsalo y si tienes conflictos no los dejes para mañana, a lo mejor mañana ya no estamos aquí y tenemos un
problema.

Yo creo que la vida es muy hermosa, este planeta es más hermoso, mas allá de todos los que digan que el planeta se va a terminar y quizás sí, pero de momento vivimos en un mundo muy hermoso y perdemos la visión de esta belleza y de este planeta que venimos a disfrutar por meternos en situaciones que a veces no son ni nuestras. Piénsalo, reflexiónalo y, si gustas, compártelo.

Como siempre, te deseo larga vida, salud y prosperidad.

En el siguiente artículo continuamos con Macro y Micronutrientes, es un compromiso. Gracias por leernos, hasta la próxima.

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