· 
Hace (14) meses
La Ley del Valle
Compartir:

Ahora resulta que en Ixmiquilpan ya no hay libertad ni para vender pollo a buen precio.

Es el Valle del Mezquital y ahí solo los chicharrones de los usos y costumbres truenan, valiéndoles madre la economía de los compradores.

En la ley del Valle no se admiten comerciantes que se atrevan a mejorar los precios de sus productos en beneficio de las amas de casa que a diario hacen hasta lo imposible por estirar el gasto, por lo que no daban crédito que un grupo que se hace llamar “miembros de la acción de polleros” y quienes arrobaron al local de los polleros madreando a quien encontraban a su paso.

Bueno ni una viejecita se salvo de recibir un chingadazo y todo por ir a comprar a la pollería de José, un chavo que ofrece pollo de mejor calidad y a un precio accesible.

Total, que punta de golpes obligaron a los jóvenes polleros a suspender la venta y bajar la cortina de su local.

La policía municipal llegó hasta el lugar, pero nada pudieron hacer, porque dicen, asi son los usos y costumbres.

¿Es neta?

Los usos y costumbres están por encima de la oferta y la demanda del mercado.

¿Neta que las amas de casa no son libres de cuidar su dinerito y comprar donde a ellas se les hinche su regalada gana?

No sorprende la actitud de quienes se niegan a prosperar ni dejan prosperar a los demás.

Es curioso porque los vecinos de Ixmiquilpan se caracterizan por ser solidarios y apoyar a sus paisanos, pero de que se ponen rudos a no dejar a algunos a salir adelante nadie los hace entrar en razón.

Lamentablemente la tibieza en la actuación de las autoridades locales habla de que en esta ocasión con el tema de los polleros, los que venden pollo, no quieren enfrentarse con los supuestos integrantes de la asociación de polleros.

A menos que se refieran a los polleros que cruzan paisanos a los Estados Unidos y ahí sí nadie se puede meter con los precios que establecen estos personajes conocidos en la región y que cobran ciento de dólares para cruzar a los hidalguenses al otro lado.

Volviendo al tema de los vendedores de pollos, ojalá que se resuelva esta diferencia y que las agresiones no vayan a subir de nivel, porque el horno no esta para bollos o lo que es lo mismo, no andar cuchileando a los HñaHñus, pero qué necesidad.

En realidad aunque la historia tiene algo de chiste, lo cierto es que estas agresiones son también producto de un insistente discurso de odio, de  división, de encono que ha fomentado el desprecio entre unos y otros y ahí estan los resultados.

De verdad ese es el ambiente de crispación, de rencor entre unos y otros, lo que se quiere para las comunidades, que a la menor provocación agreden a los demás y todo por una pendejada.

Las diferencias se están haciendo cada vez más grandes y habrá un punto en que serán irreconciliables.

Y todo por los intereses de poder de unos cuantos.

Vamos a serenarnos, no hay necesidad de madrearnos unos a otros.

La gente del Valle es noble y no se puede permitir que un grupo atente contra la tranquilidad de un pueblo.

La Ley del Valle ya debe de transitar a ser un pueblo con ley.

PALABRAS MÁS, PALABRAS MENOS.

 Y si en lugar de estar tan preocupados por el precio del pollo, mejor nos ocupamos por atender los niveles de violencia, sobre todo contra las mujeres y que han provocado desapariciones y feminicidios.

Es indignante de las mujeres tan solo por su condición sean vulnerables, sean atacadas, desaparecidas, asesinadas.

Eso es lo que debería alertarnos y no el precio del pollo.      

 

Compartir:
Relacionados
title
Hace 5 horas
title
Hace 1 días
title
Hace 4 días
title
Hace 4 días

© Copyright 2023, Derechos reservados | Grupo Criterio | Política de privacidad