Tras convertir en un bodrio los contenidos del Sistema de Radio y Televisión de Hidalgo, los directivos no se quedaron allí, hicieron más daño todavía al perder cinco estaciones de radio por no cumplir con la normatividad, y ahora, ya se van, se diluyen hasta perderse para no asumir su responsabilidad histórica.
Anoche, trascendió la dimisión al cargo de Federico Lozano Islas, quien cobraba como director de Radio. Sin mayor pudor, obtuvo su libertad laboral para no enfrentar su responsabilidad, que fue quebrantada en detrimento del patrimonio cultural e intangible de los hidalguenses.
Por supuesto que el director general del sistema Christian David Guerrero Barragán también buscará la salida más fácil que es despedirse para no enfrentar ni siquiera el escrutinio social.
A lo largo del sexenio vimos cómo las 10 estaciones de radio y el canal de televisión dejó de tener sustancia en sus contenidos, dejó de representar a una entidad con una amplia variedad étnica para transmitir programas sosos titulados por conductores ignorantes que difícilmente podían diferenciar entre la huasteca y la sierra hidalguense.
Esta falta de conocimiento, llevó al rechazo de la sociedad hidalguense que estaba acostumbrada a ver el Canal 3 porque hablaban de sus pueblos, de sus cosas. Sin embargo, los señoritos perdieron las barras informativas de la mañana y tarde para mantener solo una nocturna.
El sistema cuenta con talento periodístico de muchos años, forjado a marchas forzadas y de gran calidad, sin embargo, la imposta de jefes ignorantes motivó la quiebra en el gusto de la gente, quien dejó de verlos y escucharlos.
Las estaciones de radio que fueron concebidas con un espíritu de preservar la riqueza cultural de los pueblos, se perdieron con música comercial barata, abriendo el micrófono a conductores de bajo nivel intelectual, dando a entender que eso merecía la sociedad hidalguense.
En el anterior sexenio, este sistema sirvió para las grandes transas de las cuales, por supuesto estaban enterados sus directivos, según las investigaciones de la Estafa Maestra.
La maldición que cayó sobre el sistema persiste con el nombramiento de funcionarios traídos del ambiente nocturno, que en ese lugar llegaron a excesos como coronar a su propia hija como reina de las festividades de feria.
Junto a ello pesa, la fama de haberse convertido en una casa productora de material propagandístico de campañas políticas, de negocios de los amigos, de fiestas fifís, así como de eventos particulares, mientras que las dependencias e instancias gubernamentales deberían pagar desde la producción de sus eventos hasta el tiempo al aire.
Cargos sobre el cuadro directivo existen suficientes como para mostrar el músculo de la Secretaría de la Contraloría, de la misma Fiscalía General del Estado de Hidalgo, incluso de la Comisión de los Derechos Humanos porque están atentando contra sus espacios de expresión como es la radio.
La estación emblemática 98.1 FM, abandonará las ondas gertzianas gracias a un equipo deficiente que sin mayor interés y con un pie fuera del gobierno estatal, les importó un comino.
Y ahora de la manera más tranquila Federico Lozano ya dejó su responsabilidad, lo mismo que sucedió hace algunos días con los encargados legales Alicia Baños y Ramón del Campo, que formaron parte de una abultada nómina de 10 directores, 11 subdirectores, 15 encargados de departamento y seis gerencias.
Por necesidad deberá haber una postura oficial ante este atentado en contra del patrimonio.
Nimiedades: Como hace 50 años, el cacique cortaba el listón inaugural y muchas cosas más.
