*La otra pandemia

*Chemo, cumpleaños

En auténticos gallineros se han convertido las redes sociales con el tema del coronavirus, algunos para desacreditar su existencia y otros para reafirmar su letalidad, pero, eso sí, siempre van condimentados con una sentida carga partidista.

Circulan a gran velocidad los memes y notas falsas que son virales en las distintas regiones de Hidalgo ante la ausencia de páginas oficiales de información detallada sobre la pandemia. Si googleamos Hidalgo, coronavirus tenemos como respuesta las noticias que obsequian los diarios locales sobre el tema, más no una página creada exprofeso por la Secretaría de Salud local como sucede en otras entidades.

La ausencia de información siempre generará especulación, para ello deberán abrir las vías de comunicación oficial que sirvan de parámetro del crecimiento a la población y, otra, para el área de investigación científica, que no tenga que esperar la conclusión del fenómeno sanitario para tener acceso a los datos duros para formalizar prospectivas en materia social, económica o de salud.

Designar al gobernador como única vía oficial de información, crea un cuello de botella informativo, porque impide que fluya el mensaje de manera conveniente, al sumarse a esos datos otros tantos más de otros proyectos gubernamentales como el de obras o apoyo al sector productivo.

Urge la formalización de una vocería, capaz de tener la información necesaria para brindar la tranquilidad a la sociedad de que no hay sesgos de carácter personal o partidista en el manejo de esta crisis. El linchamiento social en redes se ha convertido en el ejercicio estatal por supremacía, ante la ausencia de mecanismos reguladores que puedan contener el lenguaje de odio.

Si bien es cierto, en las campañas publicitarias del llamado C5 se presume la existencia de una policía cibernética, ahora resta conocer de su eficacia. Y no con esto se van a limitar las libertades, pero si van a diferenciar entre la libre expresión y el ataque abierto que genera mayor violencia. Hidalgo cuenta con genios en muchas de sus universidades tecnológicas que buscan campo de acción, es momento de abrir la puerta al planteamiento de nuevos esquemas que contengan la otra pandemia, la de la ignorancia.

Esta pandemia, además de muchas enseñanzas más, no permite conocer a los cínicos que con una mano escamotean los beneficios laborales de sus empleados, mientras que con la otra la extienden esperando una limosna para salvar, supuestamente, sus empresas. También nos ha permitido conocer a los funcionarios públicos, que ahora metidos a pequeños empresarios, privan a sus empleados de su único patrimonio que es su trabajo, mientras que en entrevista se derriten como solidarios en el mal momento.

En estos momentos de definición también debe alcanzar a los medios de comunicación, para que muestren el grado de compromiso que tienen con la sociedad y no solo lamentar la pérdida de jugosos contratos que mantenían su desahogado tren de vida.

DON CHEMO, SU CUMPLEAÑOS

Hoy martes, Anselmo Estrada Alburquerque habría cumplido 84 años de vida, a no ser porque el cáncer que lo atacó en los últimos tres años se lo llevó días antes. En vida, don Chemo, como nos permitía llamarlo cariñosamente dentro del gremio, siempre supo caminar recto, sin dobleces y ante los hechos procuró apegarse lo más posible a la verdad que le constaba, que podía comprobar, esto, como parte esencial de sus valores periodísticos.

Alegre, pero de ceño fruncido –que lo hacía verse rudo— tarareaba canciones inentendibles o silbaba mientras daba aquellos golpes recios a las teclas de las máquinas mecánicas de escribir y, luego, medidos toques al teclado de las computadoras, para luego casi acariciar los teléfonos celulares, que fue su devenir tecnológico.

En sus 60 años de ejercicio periodístico conoció de corregir textos en plomo, luego en papel o pantalla, siempre en búsqueda de la sintaxis y la buena ortografía. Los trabajadores de los medios siempre tendremos una anécdota con este gran hombre, al igual que un sinnúmero de personajes públicos a quienes siempre trató con respeto, aunque en sus notas y columnas decía lo que tenía que decir. Recordar a gente buena como don Chemo en estos tiempos difíciles, siempre será un aliciente. Felicidades amigo, donde estés.

Nimiedades Deberían condecorar a quien tuvo el chispazo de recomendar que los funcionarios del gobierno estatal respondieran a Chumel. Quedaron peor que este malabaris