Ya concluida la vigésima tercera edición de los Juegos Centroamericanos y del Caribe, es momento de hacer el balance de la actuación del contingente hidalguense.

Por una parte, cinco medallas totales no me parece una mala cosecha.

La delegación hidalguense estuvo conformada por nueve atletas, así que no es un mal número. Sin embargo, los del estado compitieron en 11 pruebas, por lo que el resultado no se ve tan positivo en perspectiva.

LO BUENO
Lo bueno es, desde luego, las medallas. Un buen punto para iniciar, al menos. Daniela Campuzano Chávez Peón llegaba como una de las grandes favoritas para coronarse en el cross country y no defraudó. La de Tulancingo, que ya había subido a lo más alto del podio en Veracruz 2014 pudo retener su trono y confirmar que es la mejor pedalista de América Latina.

El judo fue el otro deporte que dio medallas para los hidalguenses. Luz María Olvera Suárez sorprendió en sus primeros Juegos Centroamericanos y se metió hasta el combate por la medalla de oro en los -52 kilos, donde una decisión polémica la obligó a conformarse con la plata; además ganó el bronce por equipos. Una de las mejores atletas de la entidad, se esperaba que hiciera un buen papel, aunque creo que la plata, y el oro que merecía, fueron una grata sorpresa.

Debanhi Ochoa, neoleonesa que compite por Hidalgo, también se colgó dos medallas. Bronce en individual -78 kilogramos y mismo resultado por equipos (junto a Luzma; así que, al ser en la misma prueba, lo consideramos como una medalla para la entidad). Como Olvera, ella también disputó sus primeros Centroamericanos y ofreció una sorpresa aún mayor, pues ésta fue la primera ocasión que defendió los colores del estado. Una joven atleta que promete para el futuro.

En el caso de Nabor Castillo, él no pudo pelear por la medalla de bronce, tras sufrir una desafortunada lesión en la mano. Él era uno de los mayores prospectos de medalla para el estado y seguramente, de haber podido competir, estaríamos hablando de otro doble medallista. Sin embargo, se colgó el bronce por equipos.

LO MALO
Alejandra Romero Bonilla era la otra hidalguense que llegaba como gran favorita para quedarse con el oro. Como Campuzano, la gladiadora tenía el cartel de campeona defensora tras coronarse en Veracruz 2014, pero no pudo repetir su actuación en tierras colombianas, pues perdió un combate en etapa de grupos, la semifinal y el duelo por el bronce, para terminar en cuarto puesto.
La de Tulancingo tiene en contra el hecho de que, en nuestro país, literalmente no tiene rivales. Y no es un literalmente metafórico, es literal.

En pruebas como el Campeonato de Desarrollo de la Zona Centro y en el mismísimo Campeonato Nacional (prueba que dio el boleto a Barranquilla) la hidalguense no pudo pelear porque no había rivales en su división.

Así es difícil mantener el nivel necesario en pruebas de este calibre. Esperemos que Romero Bonilla y su equipo de trabajo encuentren una solución (trabajar en el extranjero o algo así), porque es una de las mejores atletas del país en su disciplina.

La mayor decepción mexicana fueron los 12 Guerreros. La selección de baloncesto, con el hidalguense Israel Gutiérrez, llevó un equipazo y no pudo pasar de la fase de grupos. Gustavo Ayón, Jorge Gutiérrez y Francisco Cruz encabezaron la convocatoria de Iván Déniz, pero el equipo no pudo lucir y se quedó muy lejos del objetivo.

EL RESTO
Rafael Escárcega no pudo terminar la prueba de cross country, lo que dejó un sabor amargo. El ganador del bronce en Mayagüez 2010 quería repetir el podio.

Leonel Palma cumplió en su primera experiencia en JCC. Terminó la prueba de ruta en el lugar 28, pero es joven y le servirá esta experiencia para el futuro.
Michelle Pardo tuvo un papel destacado con la selección de baloncesto femenil, que perdió el duelo por la medalla de bronce.