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Hace (45) meses
Gabinete: enroques y ajedrez electoral
Salvador García Soto
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El extraño enroque anunciado ayer lunes por el presidente López Obrador, en el que saca a Rabindranath Salazar del Banco del Bienestar para meter a Diana Álvarez Maury, mientras al senador morelense lo manda a la subsecretaría de Gobernación, es el inicio de los movimientos de ajedrez político en el gabinete con miras a las elecciones de 2021. Si al presentar al BOA en Palacio Nacional, el presidente López Obrador dio el banderazo de salida a la lucha electoral, ayer con este intercambio de posiciones comienza a mover sus fichas y alfiles para la batalla que sabe decisiva: la mayoría en la Cámara de Diputados y de las 15 gubernaturas en disputa.

Rabindranath es un político cercano al presidente y a su principal operador Gabriel García Hernández. Trabaja de cerca con ambos desde antes de que se fundara Morena y fue de los perredistas que no dudaron en seguir a Andrés Manuel en su nuevo proyecto.

Fue el senador con licencia por Morelos quien contrató como asesores y contratistas en ese proceso de ampliación del Banco, a los tabasqueños Carlos Cabal Peniche, exbanquero beneficiado por el Fobaproa, y Alejandro del Valle, exoperador de programas electorales con Arturo Montiel, en una maniobra autorizada también por Gabriel García Hernández. Hoy que el presidente lo saca de ahí para mandarlo a Gobernación, el movimiento dista mucho de ser un “castigo” y más bien parece una salida estratégica para que Salazar vaya a operar ahora desde una posición política y, de paso, a reforzar con un hombre cercano al presidente al maltrecho y maltratado equipo de la secretaria Olga Sánchez Cordero.

En ese sentido, la llegada de Salazar a la Subsecretaría de Desarrollo Democrático sin duda está ligada a las recientes renuncias de Mónica Maccise al Conapred y Mara Gómez a la CEAV, las cuales molestaron mucho al presidente.

Hay finalmente otra interpretación de la llegada de Salazar a una posición política después de haber estado como director de la banca social. El senador morelense fue originalmente enviado como superdelegado a Morelos, luego de que su candidatura a gobernador, que ya estaba definida, le fue arrebatada por la alianza de Morena con Cuauhtémoc Blanco y el PES. Luego cuando llegó como delegado al estado, la animadversión y rechazo del gobernador fueron tan fuertes que hasta le pidió su cambio inmediato al presidente. Hoy, cuando Cuauhtémoc se acerca a cumplir los dos años en diciembre próximo y sólo le faltaría un año para poder ser sustituido sin necesidad de convocar a elecciones, Rabindranath, desde Gobernación podría ser un sustituto natural para Morelos.

Sobre la llegada de Diana Álvarez Maury al Banco del Bienestar, esa decisión parece estar más basada en la incondicionalidad y la fidelidad total de la subsecretaria que carece de toda experiencia financiera, pero que podría ser una colaboradora cómoda para la estrategia de Gabriel García que se va a operar desde la red de sucursales del Banco del Bienestar en el manejo del efectivo de los programas sociales. Si Diana Álvarez fue igual candidata a la Corte, en donde hizo un papel casi testimonial en aquella terna donde la lucha siempre fue entre la hoy ministra Margarita Ríos y la jurista Ana Laura Magaloni, hoy la nueva directora del banco social igual puede ser una pieza operativa y flexible en la institución financiera que dispersará el dinero a las bases lopezobradoristas.

Así que si el presidente ya no piensa ni habla de la pandemia del coronavirus, a pesar de que seguimos teniendo cifras record de contagios y de muertes por el Covid, es un hecho que sí está pensando y, evidentemente hablando, de muchos otros temas, la mayoría de ellos distractores y golpes de efecto para entretener al pueblo bueno y también a sus opositores, mientras debajo de la mesa mueve sus fichas en el tablero político y electoral, como acaba de hacerlo en el gabinete.

 

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