En junio pasado se eligieron nuevos gobernadores.

De las 15 gubernaturas en juego, los candidatos de Morena ganaron 11: ocho que estaban en manos del PRI (Campeche, Colima, Guerrero, San Luis Potosí, Sinaloa, Sonora, Tlaxcala y Zacatecas), dos que tenía el PAN (Baja California Sur y Nayarit) y una que pertenecía al PRD (Michoacán).

El PAN se quedó con las de Chihuahua y Querétaro, un militante del PVEM, aliado de Morena, ganó en San Luis Potosí, que tenía el PRI, y un candidato de MC triunfó en Nuevo León.

El 6 de junio, hartos de vivir con miedo, los votantes decidieron mandar al diablo a los candidatos de los partidos de gobernadores que demostraron ser incapaces de combatir eficazmente a la delincuencia.

El gran reto que ahora enfrentan la mayoría de los nuevos gobernantes es lograr que más de sus gobernados vivan seguros, ya que en muchas de las principales ciudades de sus estados las personas se sienten inseguras, de acuerdo con los datos que arroja la más reciente Encuesta Nacional de Seguridad Pública Urbana (ENSU), dada a conocer ayer por el Instituto Nacional de Geografía y Estadística (Inegi).

La ENSU nos dice que, en septiembre pasado, el 64.5 por ciento de la gente mayor de 18 años se sintió insegura en la ciudad en donde vive, porcentaje que no deja de ser muy alto, pero que es mucho menor al 73.4 por ciento que se registró en marzo de 2020, mes en que empezó la pandemia de Covid-19 en nuestro país. Es más, el 64.5 es el menor porcentaje registrado desde junio de 2013, cuando la primera ENSU indicó que el 68 por ciento de la gente se sentía insegura.

Si bien el promedio nacional muestra que dos de cada tres personas se sienten inseguras, hay ciudades en donde el porcentaje de quienes así se sienten indica un clima de verdadero terror.

En 12 ciudades de los estados que ahora gobierna Morena el porcentaje de personas que se sienten inseguras supera al promedio nacional y así lo manifiestan en Baja California: Mexicali (72.9 por ciento) y Tijuana (78.1); Campeche: Ciudad del Carmen (78.1); Colima: Colima (67.4) y Manzanillo (67.0); Guerrero: Acapulco (72.4) y Chilpancingo (75.7); Michoacán: Morelia (68.0) y Uruapan (81.6); Sonora: Hermosillo (66.8) y Ciudad Obregón (92.5); Zacatecas: Zacatecas (86.61) y Fresnillo (94.3).

En San Luis Potosí, que gobierna un pevemista aliado a Morena, 76.8 por ciento se siente insegura en la capital
del estado.

En poco tiempo los nuevos gobernadores deberán demostrar que tienen la capacidad para combatir a la delincuencia y crear un sentimiento de seguridad en sus gobernados, algo que la mayoría de quienes fueron electos en 2018, sin importar el partido en que militan, han sido incapaces de lograr en Chiapas, Ciudad de México, Guanajuato, Jalisco, Morelos, Tabasco y Veracruz.

La situación es especialmente grave en Sonora y Zacatecas, con ciudades en donde nueve de cada 10 personas se sienten inseguras.

¿Qué planes tienen para mejorar la situación en esos lugares los gobernadores morenistas de Sonora y Zacatecas, Alfonso Durazo y David Monreal, respectivamente? El primero ya demostró su incapacidad para combatir a la delincuencia siendo secretario de Seguridad federal; el segundo ni idea ha de tener, en vista de que evita hablar de sus planes de gobierno con periodistas que no le son afines.