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El tiempo nos alcanza…

Si algo no puede faltar en este planeta es el agua para consumo humano. La falta de este elemento vital se proyectaba para 2030 y se ha pronosticado como uno de los posibles detonadores de los principales conflictos mundiales, ya que la mala gestión de su aprovechamiento multiplica los riesgos en todos los aspectos de la vida. Al parecer el tiempo nos alcanza, ya que en los últimos días ha sido muy sonado el tema de la crisis de agua potable que enfrenta Montevideo, Uruguay. Pero ¿qué está sucediendo?

La causa inmediata para la situación hídrica crítica que atraviesa el sur de Uruguay es la falta de lluvias, ya que está pasando por la peor sequía desde hace más de 70 años, en gran medida debido a los efectos del cambio climático. Los expertos aseguran que lo que sucede en Montevideo podría verse en otras ciudades del mundo.

De acuerdo con los datos proporcionados por la Organización de las Naciones Unidas (ONU) en la Conferencia sobre el Agua 2023 (22 al 24 de marzo, en Nueva York), una cuarta parte de la población mundial, 2 mil millones de personas, usa agua potable insalubre. La mitad de los 3 mil 600 millones de personas de la humanidad vive sin saneamiento gestionado de forma segura. Y una de cada tres personas, 2 mil 300 millones, carece de instalaciones básicas para lavarse las manos en el hogar. Más de 80 por ciento de las aguas residuales se liberan al medio ambiente sin ser tratadas o reutilizadas.

Lo anterior no dista de presentarse en México, ya que no debemos olvidar que este fenómeno de sequía y escasez afectó la región noroeste, que abarca a Nuevo León y Tamaulipas, con 91.4 por ciento de su superficie con sequía de moderada a extrema a finales de 2022 y continuó a inicios de 2023, de acuerdo con datos de Conagua. Tan solo hay que recordar la crisis que puso de cabeza a la zona metropolitana de Monterrey y las medidas urgentes que tuvieron que implementarse para que la población pudiera tener algo de agua.

Datos del Banco Mundial afirman que la disponibilidad promedio anual per cápita en el país pasó de 10 mil metros cúbicos (m3) en 1960 a 4 mil en 2012. Se estima que para 2030 esta disponibilidad en México descienda por debajo de los 3 mil m3 por habitante al año.

Según la proyección del estudio publicado en Nature, la escasez de agua en zonas urbanas empeorará para 2050. Menciona como factores contribuyentes a esta problemática al cambio climático y la rápida urbanización. México será uno de los 10 países donde aumente más la escasez, según la proyección de los investigadores; esto podría llegar a afectar a 74.8 millones de habitantes, lo que representa un aumento de casi 50 por ciento.

Al respecto, se han tomado ciertas medidas y se ha racionado el agua en ciertas partes del país con interrupciones en el servicio de agua potable. La ciudad de Pachuca no es tampoco la excepción, actualmente en la capital del estado de Hidalgo ya se tandea el agua y en muchos barrios y colonias es necesario estar llevando pipas con agua potable.

Vaya que el tiempo ya nos alcanzó y los países deberán tomar medidas cada vez más drásticas para controlar y administrar el agua, de lo contrario veremos conflictos sociales que sacudirán ciudades, regiones y países.

Aunard de la Rocha

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