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Hace (18) meses
El duelo y sus etapas

Foto: Especial

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Queridos lectores, el día de hoy escribo sobre un tema que en estos tiempos muchos han vivido de cerca o experimentado en su círculo ante la pérdida de un ser querido.

El duelo es un proceso de adaptación emocional a una perdida significativa en la vida de una persona, generalmente lo asociamos a la perdida de un ser querido, pero no solo eso implica una pérdida, la pérdida de un empleo, una relación de pareja, hay otras situaciones en la vida que supone que la persona tenga que adaptarse a ese cambio y hacer un proceso a nivel emocional, cognitivo y conductual para poder salir de ahí, cerrar esa etapa y continuar con su vida.

Conocer las etapas del duelo será de gran utilidad para poder hacer un duelo con más conciencia y menos miedo, para entender las emociones complejas que se experimentan (miedo, angustia, enojo, tristeza, incredulidad) y poder acompañar la pérdida desde la empatía. El camino del duelo no es un camino recto, es un espiral que te llevará a pasar por las etapas muchas veces, y que es necesario para sanar y que puedas continuar con tu vida sin lo que has perdido. El duelo también son avances y retrocesos.

Las etapas o fases del duelo son lugares psicológicos, por los que se atraviesa cuando perdemos algo o a alguien. Son mecanismos de protección que aparecen después de la pérdida para protegernos de la adversidad.

El duelo no es patológico, es un proceso natural y es necesario para que la persona vaya pasando por las diversas emociones que debe pasar para poder continuar; sin embargo, es verdad que a veces se producen duelos complicados o duelos patológicos.

En principio, la primera etapa del duelo es la negación, aquí se produce un shock, la persona es incapaz de aceptar la perdida, de modo que se produce una desconexión con la realidad, esto tiene como función dar un poco de tiempo porque es tan abrumadora e intensa la emoción por la perdida que no estamos preparados para soportarlo. Este periodo nos da un tiempo para aceptar lo que ha sucedido.

Después viene una etapa caracterizada por el enojo o la ira, aquí ya comenzamos a ser conscientes de lo que ha pasado y te puedes sentir muy enojado y con pensamientos recurrentes tales como, por qué a mí me ha pasado esto, esto es injusto, sensaciones de desesperación, de injusticia, de no ser capaz de aceptarlo, es una etapa de emociones muy intensas, luego hay una etapa de negociación, en esta etapa pudieras seguir resistiendo un poco a la situación y es donde quisieras negociar como si lo que está sucediendo pudiera revocarse la perdida, estás lidiando con el acepto que esto es real y para siempre o me sigo resistiendo.

De aquí, sigue la etapa del duelo como tal, del dolor emocional una etapa muy caracterizada por sentimientos muy dolorosos de tristeza, episodios depresivos, la persona abandona y se desconecta completamente de sus actividades, no puede ir a trabajar, no puede atender su casa, a sus hijos, porque esta invadida por el dolor.

La ultima etapa es la aceptación, en esta etapa tiene que aceptar que lo que ha sucedido no tiene vuelta atrás, es algo inevitable y debe continuar con su vida, en esta etapa hay que tener en cuenta de que no se trata de olvidar o dejar de sentir dolor por la pérdida, es una reincorporación progresiva a las actividades de la vida diaria y vuelven a haber pequeños momentos de alegría o la persona es capaz de ir saliendo poco a poco. El proceso que dure un duelo es indefinido y depende de cada persona.

Ahora, si después de 6 meses la persona siente que no puede lograr salir y superar la pérdida es necesario que busque ayuda profesional porque podría tratarse de un duelo patológico.

La cercanía con la persona que ha partido influye mucho en la intensidad que se pudiera vivir el duelo, no es lo mismo perder un amigo que perder a papá o a mamá, otro factor sería la preparación o preduelo como suelen llamarlo; este se da en casos de enfermedades largas de la cual ya se sabe cuál va a ser el final, esto da un tiempo para prepararte ante la pérdida.

Vivimos en paradojas, por un lado, nos gustaría tener la certeza de lo que sucederá mañana, quisiéramos predecir el futuro, saber el número del billete ganador de la lotería, si pronto se acabará la pandemia, lo cierto es que no nos gusta hablar de lo que sí sucederá tarde o temprano: la muerte. Para qué hablar de algo que a todos les pasará menos a nosotros, por lo menos no ahorita, sino dentro de miles de años.

Espero que este artículo te sea de gran contribución para ayudar o ayudarte si estas pasando ante una situación de pérdida de algo o alguien.

Como siempre te deseo larga vida, salud y prosperidad.

Hasta la próxima.

 

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