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Hace (47) meses
El consumo privado, como porcentaje del PIB, disminuirá
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El Producto Interno Bruto (PIB) es la suma del valor de todos los bienes, servicios e inversiones que se producen en un territorio durante un periodo determinado; contabiliza solo los bienes y servicios finales; suma los bienes y servicios producidos dentro de un territorio; es la suma del consumo privado, la inversión productiva de las empresas, el gasto público y el saldo de la balanza comercial (exportaciones menos importaciones).

El consumo privado mide el valor total de los bienes y servicios que los hogares adquieren en un periodo determinado.

Las anteriores definiciones vienen al caso porque durante las últimas semanas se ha comentado bastante sobre cómo la crisis económica global, agravada por la pandemia de coronavirus, afectará actividades que contribuyen de manera importante al PIB del país, entre ellas la industria automotriz, que aporta 20 por ciento del PIB; el turismo, que aporta casi 8.7 por ciento; las remesas que envían a México quienes viven en Estados Unidos, que si bien solo aportan 2.7 por ciento del PIB son las principal fuente de divisas del país, por encima del turismo y la exportación de petróleo.

De lo que se ha comentado muy poco es sobre el consumo privado, que contribuye aproximadamente 65 por ciento del PIB y que sin lugar a dudas se verá muy afectado por la crisis, tal como ha sucedido en anteriores caídas de nuestra economía.

Viajemos brevemente al pasado.

En los 60 años trascurridos desde 1960 al año en curso, el consumo privado como porcentaje del PIB alcanzó su punto más alto precisamente en 1960, cuando fue 77.21 por ciento.
Desde entonces sufrió ligeras bajas y después de 1973, cuando fue de 70.48 por ciento, empezó a desplomarse debido a las políticas populistas de Luis Echeverría y José López Portillo.

En 1977, después de la devaluación de 1976, disminuyó a 66.31 por ciento y seis años después, en 1982, debido a la crisis que en gran medida causó la impagable deuda externa contraída por las empresas que eran propiedad del Estado, cayó a 57.97 por ciento, el nivel más bajo dentro del periodo 1960-2020.

En 1982 llegaron al poder los tecnócratas neoliberales y en 1988, al concluir el gobierno de Miguel de la Madrid, el consumo privado aportó 68.21 por cientoal PIB, poco más de 10 puntos porcentuales arriba que cuando López Portillo dejó quebrado al país.

En 1992, el porcentaje alcanzó 71.9 por ciento y en 1994, al concluir su gestión Carlos Salinas, era de 68.63 por ciento.
Por el error de diciembre de 1994 el porcentaje bajó a 66.23 por ciento en 1995 y a partir de ese año fue aumentando hasta llegar a 70.23 por ciento en 2004, cuando gobernaba Vicente Fox. De nuevo empezó a descender a partir de 2005 y al concluir Felipe Calderón su gobierno, en 2012, era de 64.72 por ciento. Seis años después, al terminar el sexenio de Enrique Peña Nieto, seguía casi igual: 64.77 por ciento.

Los porcentajes antes anotados solo indican qué tan importante ha sido el consumo privado durante los últimos 60 años, pero de ninguna manera nos dicen quién lo realizó. Otros indicadores muestran que conforme pasaron los años fue hecho por las clases más pudientes del país. El porcentaje seguramente se reducirá en 2020 porque los hogares se verán obligados a reducir su consumo como consecuencia de la pandemia y el mal estado de la economía mexicana y de la global.

Habrá que ver por cuánto, según los economistas.

 

Eduardo Ruiz-Healy

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