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Hace (59) meses
Dependencia Emocional

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¿Qué es la dependencia emocional?

Como ocurre con otras dependencias, como en la adicción al consumo de sustancias tóxicas, la dependencia emocional opera mediante mecanismos de refuerzo positivo, que generan dependencia psicológica en las personas. La dependencia emocional afecta por igual a mujeres y hombres; sin embargo, los hombres suelen ocultar este problema, pues se sienten menos capaces de reconocer que están “atados a otra persona. A consecuencia de la vergüenza y de los tabús o creencias que se les impone a los hombres para expresar el problema, algunos
presentan cuadros de dependencia severos.

¿Quiénes pueden sufrir dependencia emocional?

Aunque muchas veces estas situaciones suelen ser transitorias, lo más habitual es que el patrón de dependencia emocional en la persona se observe a lo largo de su vida y las diferentes parejas. Esta dependencia emocional no hace referencia a motivos materiales, como podría ser de tipo económico, sino que alude a la necesidad de amor y vínculo afectivo. Las personas que sufren un gran miedo a estar solas no pueden concebir su vida si no es al lado de una pareja sentimental.

Resulta llamativo que muchas de las personas que son dependientes emocionales buscan parejas de carácter dominante, con un perfil psicológico que tiende al egoísmo y el narcicismo, posesivas, autoritarias y déspotas. En algunos casos, el dependiente emocional sufre algún tipo de maltrato físico o psicológico por parte de la pareja, lo cual no resulta extraño teniendo en cuenta el perfil que hemos comentado. La persona dependiente tiende a idealizar a su cónyuge, viviendo en una cierta sumisión, sin darse cuenta de lo que sucede realmente cierra los ojos y cree que su amor logrará que la persona sea su ideal y, por otro lado, se siente triunfante por no estar sola.

La persona afectada es capaz de reconocer el maltrato y el menosprecio que sufre a diario, pero no tiene la capacidad para desengancharse de su pareja. Pide perdón incluso por cosas que no han hecho, con el fin de mostrarse tierno, sumiso y que realmente le importa su pareja, para ganar su aprobación y amor, porque al final es lo que se busca; creemos, muchas veces, que esa persona, con su desprecio y su maltrato nos, ama porque es su forma de amar y créeme que ese es el peor modo de amar porque no es real, es momentáneo y conveniente.

También pueden gastarse mucho dinero en regalos y, en general, mantener una actitud de atenciones y gestos para tener contenta a la pareja y satisfacerla en todo momento. Este es un problema que tienen muchas parejas hoy en día, y no solo parejas jóvenes, también parejas que llevan muchos años de matrimonio y están en una dependencia emocional severa; normalmente el problema de esta dependencia es, como lo he descrito en artículos anteriores, sobre una pobre, pobrísima autoestima, que conduce al dependiente a desvalorizarse sistemáticamente, mostrarse crítico consigo mismo y con su forma de ser, hasta el punto de sentirse inferior y culpable, incluso, del menosprecio que puedan recibir por parte de su pareja sentimental; al final se sienten responsables de todo lo que pasa. Si que su pareja llega enojada y le grita, es culpa de ellos, imagínate, qué punto de pobre autoestima se encuentran las personas con dependencia emocional. Por eso, siempre hemos insistido en esta columna en las conferencias que impartimos, en los talleres que hemos dado incluso en el mismo proceso de inteligencia emocional, el primer valor que se fortalece es de la autoestima. Todo ser humano que no fortalezca su autoestima no puede ser líder y no puede competir en este mundo.

Si tú crees estar en una situación como esta, te recomiendo que de verdad pidas ayuda a un psicólogo que te oriente y ayude a librarte de esto, primero porque has llegado hasta este punto y, a partir de ahí, debes salir cual ave fénix hacia un nuevo horizonte donde tu autoestima esté reforzada y cambies los patrones. A veces buscamos parejas de acuerdo a las carencias que tenemos nosotros, tenemos tanta inseguridad que buscamos una pareja que ejerza el rol dominante porque pensamos que estaremos más seguros y con una mayor tranquilidad y la verdad es que no es así.

El dependiente emocional siempre querrá volver una y mil veces con su expareja y buscará 20 mil excusas para hacerlo, como el drogadicto o el alcohólico, aunque no tiene punto de comparación, pero al final son dependencias. Esta dinámica al final conduce a un círculo vicioso, puesto que el desprecio del dominante aumenta y se cree con derecho a hacer todo lo que quiera, ya que la otra persona lo tolera por su baja autoestima y dignidad.

La persona que padece este tipo de dependencia emocional necesita permanentemente, estar en contacto con su pareja y, si el vínculo se rompe, surge lo que se denomina síndrome de abstinencia emocional, y esto lo vemos muchas veces cuando surgen los enfrentamientos airados con amigos y familiares, porque el dependiente emocional se percata de que allegados intentan aconsejarle que su situación psicológica
ante la relación no es la adecuada, pero este insiste en defender a su relación. Debemos entender que muchas veces, aun con todo el amor que se le pueda tener al familiar o amigo, no somos las personas correctas para hacerles ver que están mal, tienen que buscar ayuda profesional, porque el dependiente emocional no acepta y, aunque los familiares ven de cerca que el sufrimiento causado por la relación pato-
lógica, no cesa; el dependiente emocional se enfrentará a ellos y defenderá la situación incluso reclamando a los demás un trato especial hacia la otra persona.

La dependencia emocional muchas veces se asocia con la ansiedad o cuadros depresivos, además de la falta de autoestima que ya hemos comentado, que se ven aumentados al tomar conciencia de que la persona se está arrastrando para recuperar el amor de alguien que no solamente no la ama, sino que, además, le desprecia y maltrata.

Lo mejor que se puede hacer con un dependiente emocional es:

1. No cedas nunca ante la exigencia de mantener un trato exquisito hacia la persona dominante

2. Debes permanecer al lado de la persona dependiente, pero nunca mostrarte cómplice de la relación enfermiza

3. Puedes dialogar con la persona y hacerle entender que puede contar contigo y con la familia siempre que lo necesite

4. Si al final decide pedir ayuda para romper el círculo, es necesario que le aconsejes que no debe tener ningún contacto con la pareja: acógelo y apóyalo

5. Aconséjeles a estas personas terapia. El psicólogo ayudará a encontrar el mejor camino para el dependiente y también ayudará a la familia para revertir la situación

Si tienes dudas sobre cómo abordar a tu conocido, escríbeme al mail y con gusto te ayudaré a hacerlo.

Como siempre les deseo larga vida, salud y prosperidad

Hasta la próxima

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