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Hace (16) meses
De la verticalidad del diálogo circular
Marco Moreno
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Las cosas no han salido como el presidente esperaba, primero se da una marcha que a su decir fue un striptease de los conservadores y que no mostraba nada, más que la búsqueda de mantener canonjías y beneficios irregulares.

Pero la marcha resultó ser más influyente de los esperado y logró, contra todo pronóstico reunir a la oposición y encaminarla a votar en bloque contra la propuesta de reforma. Tan seguro estaba el presidente que no pasaría su iniciativa que recurrió al plan “B”.

El secretario de gobernación se presentó al congreso aun cuando no se discutía la iniciativa y entregó una serie de propuestas de reforma a leyes secundarias que solo requieren mayoría simple para pasar y, pasaron.

Un congreso lleno de diputados que, en lugar de reflexionar, dispensan los trámites legislativos con tal de darle al presidente lo que pide. Servilismo y falta de compromiso en la construcción de la legalidad del país.

Servilismo e incapacidad de entender que su presencia como parte de uno de los poderes del Estado mexicano, es lograr construir equilibrios y razones en función de los intereses del país y no del presidente.

Es claro que ser del mismo partido no implica de ninguna manera obediencia total y ciega, allanamiento a los procesos deseados por quien gobierna porque en la práctica desaparecen uno de los poderes, el más importante en las funciones de estado mexicano, porque es depositario, si, depositario de la constitución política del país. Responsables de velar por su cumplimiento.

Los diputados y senadores mexicanos padecen un problema de identidad, ponen por encima del interés general de la nación, el interés pírrico de un partido y el anhelo de un presidente que desea todo en bandeja de plata.

Más allá de la reforma electoral lograda por el presidente con la que ahora eliminará los consejeros electorales de las juntas distritales y solo pocas personas se hará cargo de la organización y conducción del equipo responsable de la elección.

La desaparición de la secretaria de las juntas ejecutivas locales y la fusión de las áreas de organización electoral y capacitación, muestran que la intención es debilitar al INE de tal manera que sea un mamotreto de lo que actualmente es.

La visión de la democracia popular y participativa del presidente atraviesa necesariamente la eliminación de los órganos autónomos responsables de acompañar es democracia.

En esas estaba el presidente, cuando de pronto, restalló la voz de una congresista peruana y le reclamó al gobierno mexicano su actitud injerencista en los asuntos de aquella nación.

Dijeron los congresistas del país sudamericano que si México planeaba darle asilo al depuesto presidente Castillo, que lo dijeran de manera abierta.

Además, evidenciaron que cuando hablaron con el embajador de México y lo confrontaron por la actitud del gobierno mexicano, este solo atino a reír, quizá nerviosamente e incapacitado para ofrecer una respuesta certera a quienes reclaman.

Destaca el hecho porque el presidente siempre a dicho que el respeto a la libre determinación de los pueblos es la esencia de su actuar, y ha reclamado de manera airada las actitudes injerencistas de España y de Estados Unidos, entre otros.

Fue atacado por el flanco internacional y por el flanco nacional. Los extranjeros le reclaman y le exigen que deponga su actitud de intromisión en los asuntos soberanos de un país, a pesar de que trate de cubrirlo con la sabana de la solidaridad, ahí queda el hecho.

Por otro lado, el reclamo de democracia y respeto a los órganos autónomos de la sociedad mexicana ha llevado al presidente a colocar de un lado a los afines y lejos, muy lejos a los que piensan diferente.

A pesar de su llamado al respeto y a que todos sean escuchados, el presidente le acaba de decir a una senadora, que se vaya a otro lado a pedir espacios para hablar, le cerró la puerta de un espacio que él siempre ha reclamado circular para el diálogo.

Sin embargo, en esta ocasión mostró el verticalismo con el que se conduce en su conferencia matutina.

Ya una vez, en este espacio señalé que el presidente utiliza la conferencia mañanera para dar a conocer la agenda del día a sus seguidores y para mostrar el camino de la denostación a sus adversarios. Con la descalificación de la senadora Xóchitl Gálvez, ha quedo demostrado de manera plástica este hecho.

Le dijo que se fuera que contaba con los espacios de los medios si tenia algo que decir. Gravé en quien juro cumplir y hacer cumplir la constitución de los Estados Unidos Mexicanos.

Por otro lado, el crimen organizado sigue haciendo de las suyas, balaceras y ejecuciones en diferentes zonas del país. Un niño de corta edad diciendo, hoy aprendí lo que es pecho a tierra, afirmación que queda lejos, muy lejos de la política de abrazos y no balazos.

Los ciudadanos mexicanos, sin etiquetas, sin calificativos peyorativos, han salido a la calle y se han mantenido en ella, han demandado del gobierno un verdadero dialogo circular en el que se escuche y se valore lo que la sociedad tiene que decir. 

Ahora le corresponde al presidente decidir si apuesta por un dialogo circular o basa nuevamente su actuar en la denostación y descalificación, no de los adversarios y conservadores, sino de los ciudadanos que protesto gobernar. Ni más ni menos.

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