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Hace (12) meses
Cruz Azul, un problema que crece

Jorge Ávila – República Payaso

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Desde que el gobierno federal metió sus manos en el eterno conflicto de la cooperativa Cruz Azul la situación se ha salido de control, sin que nadie pueda poner orden y dañe no solo a la empresa, sino a sus trabajadores y cooperativistas.

El 27 de abril, en un mes y días, se cumplirá un año de la matanza en la planta de Jasso, en Tula, que dejó ocho muertos y al menos once heridos de gravedad. Entonces, llegaron a las redacciones de todo el país imágenes de un campo de batalla: coches incendiados, gente golpeada, cuerpos inertes.

Se supo después que debido a la disputa que existe por los millonarios bienes de La Cruz Azul, un grupo de matones llegaron desde Estado de México, sin que nadie lo notara, o sin que a alguien le interesara.

Desde hace ya casi un año, la planta de Jasso, donde comenzó la historia de Cruz Azul, se mantiene sin energía eléctrica, pues la CFE le ha negado el servicio. De acuerdo con la paraestatal, fueron los presidentes del Consejo de Administración y el representante legal de la cooperativa quienes tramitaron la desenergización de la planta. Esto, ante el supuesto control ilegal de la misma. Esto ha traído millonarias pérdidas a la cooperativa y a sus trabajadores.

Ayer, empleados de la Cooperativa Cruz Azul se manifestaron y bloquearon las calles aledañas a palacio de Gobierno de Hidalgo, y dicen que este conflicto los ha dejado sin su fuente de empleo.

Los manifestantes piden la intervención del gobierno estatal, y dicen que el grupo que tiene el control de la cementera La Cruz Azul mantiene “secuestrados los caminos del antiguo Jasso, sobre todo las que conducen hacia la fábrica de Ciudad Cooperativa”.

Además, acusaron que tienen sitiado el puente frente al estadio de futbol 10 de Diciembre, que lleva hacia la planta de cemento, así como a la comunidad Pueblo Nuevo, Denguí y Tepeji del Río, “sin que la autoridad local haga nada por remediarlo, y hasta hay una complicidad”.

Por si fuera poco, dicen, la inseguridad ha aumentado y sus domicilios han sido “baleados y vandalizados”.

Este es un problema que parece no tener una solución fácil, pero que de no atenderse crecerá. Ya hubo muertos. Ahora, no esperen que la tragedia sea mayor.

 

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