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Hace (10) meses
Contratos de impunidad
Corrupción, ¿cuál?
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Los túneles construidos para chupar los ductos de Pemex que recién fueron descubiertos por la policía en Hidalgo muestran que este giro negro fue concebido por encima de las acostumbradas extracciones artesanales: aquí los delincuentes ya invertían porque se sabían protegidos por un contrato de impunidad a largo plazo.

Solo cuando existe un respaldo de parte de la autoridad, es cuando los delincuentes invierten de forma confianzuda en sus menesteres ilícitos, algo que se observa en los últimos golpes dados por el gobierno estatal.

La utilización de grandes terrenos bardeados, hasta donde corren largas y herméticas mangueras para llenar carros tanque, tal como sucedió en el bulevar Santa Catarina, en Pachuca, nos muestra que en estas tareas hay empresarios interesados en dedicar parte de sus propiedades a un negocio ilícito, siempre bajo la salvedad de que fue rentado y nada o poco saben del giro.

En Cuautepec, los videos muestran al menos un túnel edificado en concreto, dotado de energía eléctrica, un pasillo amplio para que los ladrones actúen sin mayor problema. Y sus entradas siempre simuladas entre tiraderos de fierros o hasta en gallineros.

La inversión que muestra este tipo de construcciones lleva consigo la garantía de que podrán rendir lo suficiente para perderla de un momento a otro.

Ubicados en zonas de alertas para los militares, la Marina o la Policía estatal, resultaría inadmisible ver transitar a dos o tres pipas sin que sean intervenidas para conocer el contenido de las salchichas que arrastran.

Por necesidad, debieron existir tratos para ese libre tránsito del huachicol, asunto que hasta el momento nadie ha querido explorar dentro de las fuerzas armadas o policiales.

Un agente de Seguridad Pública del estado sonreía cuando se le cuestionaba por qué nunca agarran a los huachicoleros: —Pues dile a mis jefes, ellos saben por qué. Nomás pregúntales por qué llegan bien polveadas las camionetitas, pues porque andan cobrando.

La confianza ganada con el agente nos permitía saber que quien no ganaba al menos callaba, como único mecanismo para mantener su empleo.

Los billetes del huachicol huelen sucio, a gasolina, a mugre, afirmaba una maestra que apuró su jubilación ante los riesgos que representaba viajar diario a una de esas zonas. No concebía que niños de 10 años ya trajeran dinero suficiente para comprar la caja de tortas que vendían en el patio de la escuela, para después repartirlas gratis. El hambre no se mata cometiendo delitos, afirmaba ya de descanso en su casa.

Esta vigorosa actividad del huachicol en Hidalgo, que da al menos 50 millones de pesos diarios como fruto, ya no solo ha trastocado la ambición de los débiles, sino que ahora recurren a figuras utilizadas en rituales diabólicos como si de esa forma pudieran evadir a la Policía, a la muerte.

La figura negra de Baphomet, algo así como un diablo, es la caracterización de un ángel caído que seguramente les fue vendido a los huachicoleros como un ser del mal, sin embargo, esta figura que alguna vez fue adorada por los Caballeros Templarios existe en bronce en una universidad estadunidense, alejada de misticismos y creencias mal fundadas.

Junto con imágenes de la Santa Muerte, acuñada en Hidalgo, mostraron a los huachicoleros que no fueron suficientes su Coca-Colas y rezos para evitar ser descubiertos.

Lo cierto es que resulta urgente la creación de nuevas expectativas para las zonas inundadas por esta actividad ilícita, buscar que los muchachos piensen en mejores formas de tener alguna distinción dentro de sus comunidades.

NIMIEDADES: Por vez primera, Hidalgo empatará la elección presidencial con la de senadores, diputados locales y federales, así como de alcaldes. El circo será de cinco pistas y sin duda, veremos muchos malabaristas y uno que otro payaso.

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