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Hace (42) meses
Cabal y Del Valle, metidos ‘hasta la cocina’ en la 4T
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A pesar de que Andrés Manuel López Obrador ha negado cualquier relación con su paisano Carlos Cabal Peniche y con su socio mexiquense Alejandro del Valle de la Vega, los registros de operación y contrataciones del gobierno confirman que este par de empresarios, con o sin la venia del presidente de la República, están metidos literalmente “hasta la cocina” en la Cuarta Transformación.

Las empresas relacionadas con estos personajes lo mismo obtienen contratos para administrar el call center de Morena que para agendar las citas para tramitar pasaportes en los módulos de la Cancillería; se apropian de la marca del Banco del Bienestar y, sin ser formalmente una casa encuestadora, ofrecen sus servicios para realizar sondeos de tendencias de votos en donde los candidatos punteros siempre son los de Regeneración Nacional.

Para involucrarse cada vez más en los negocios de la administración pública, Cabal y Del Valle cuentan con el apoyo de poderosos personajes dentro y fuera del gabinete, entre los que se encuentran el secretario particular de presidencia, Alejandro Esquer; el canciller Marcelo Ebrard; el jefe de los superdelegados, Gabriel García; el director del IMSS, Zoé Robledo; el subsecretario de Gobernación, Rabindranath Salazar, y el líder de los senadores morenistas, Ricardo Monreal.

La firma Servicios de Personal del Estado de México S. A. de C. V. es el caballo de batalla. Fue creada el 16 de diciembre de 2004 por Juan de Dios Santillán de la Vega y Luis Almeida Velázquez, dos de los principales operadores de Alejandro del Valle, quienes también figuran como accionistas junto a su jefe en las empresas Telmark de México SA de C V y Telmark Contac Line SA de CV, las mismas que operaron las campañas del PRI en el Edomex en la época de Arturo Montiel.

SPEM, como se conoce en la 4T a esa compañía, apareció en las filas del obradorismo desde el inicio de la campaña presidencial. La empresa representada legalmente por Juan de Dios Santillán fue la encargada de operar y tramitar ante el Instituto Federal de Telecomunicaciones —el 6 de marzo de 2018— la línea 01800-SOY-AMLO, impulsada por Ricardo Monreal para reclutar a los defensores del voto y denunciar posibles fraudes electorales.

En el periodo de transición, el 27 de septiembre de ese año, el todavía secretario de Finanzas de Morena, Alejandro Esquer Verdugo, la premió con un contrato por 10 millones de pesos para operar también el centro de atención telefónica nacional del partido que encabezaría la presidencia de la República. Y unos días después —el 9 de octubre—, se le comisionó para registrar ante el IMPI, aún de Peña Nieto, la marca del Banco del Bienestar.

Si bien el proyecto con el Banco del Bienestar terminó por ser cancelado, los verdaderos propietarios de SPEM han sido beneficiados recientemente en el IMSS, de Zoé Robledo, y la Secretaría de Relaciones Exteriores, de Marcelo Ebrard. El primero les adjudicó de manera directa dos contratos para la compra de batas quirúrgicas por 178 millones de pesos, mientras que en Cancillería resultaron vencedores de la licitación LA- 005000999-E9-2020, un contrato por 29 millones de pesos para operar los servicios de citas en trámites de pasaportes.

SPEM quiso pagar con lotes de cubrebocas KN95 —los mismos que Alejandro del Valle no pudo vender en el sector público— los sueldos de los empleados que contrató para el centro de atención telefónica de Interjet; este último, el nuevo negocio de la pareja de empresarios consentida de la actual administración.

Mario Maldonado

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