Lo que son las cosas, justo cuando más se necesita que las familias cuenten con internet en su vivienda, resulta que de acuerdo con los resultados reportados en el Censo 2020 de Inegi, en el 61.20 por ciento de las casas no se cuenta con ese servicio. Hay que reconocer que en 10 años el porcentaje de viviendas con internet pasó de 11.5 a 38.8 un avance importante, pero no suficiente porque con esos números, ahora que la educación se volvió totalmente virtual, pues nos agarraron los dedos conta la puerta.
Para que nos demos una idea, en el 2010 de las 669 408 viviendas censadas en Hidalgo, 592 mil 427 no tenían internet. Diez años después de las 857 mil 174 viviendas habitadas, actualmente 524 mil 591 siguen sin tener internet, entonces como que avanzar, lo que se dice avanzar en este rubro, no parece muy significativo.
Respecto a las viviendas con computadoras la situación es muy similar y dígame usted si no.
Para el 2010, solo el 20.3 de las viviendas contabilizadas en Hidalgo, 533 mil 519 tenían una computadora en casa, diez años después el porcentaje de viviendas con al menos una computadora aumento al 30.5 por ciento, lo que significa que, de acuerdo con el número de viviendas contadas, 595 mil 736 no cuentan con una computadora en casa, y es ahí donde la puerca torció el rabo, porque las cuentas no cuadran.
Pero no se preocupen, aunque son más las casas que no tienen un aparato de cómputo, la diferencia es resultado de que hubo un aumento de viviendas en 10 años.
Imagino que, al leer tantos números, ustedes pensarán que enloquecí con la estadística, pero solo es cuestión de echarle multiplicaciones y restas, para darnos cuenta de que, en realidad, con todos los esfuerzos que se hacen para mejorar en los avances de tecnología de las familias, la lana no alcanza en la mayoría de las casas para tener un aparato que ayude a ingresar a los niños y jóvenes a la modernidad educativa.
Lo grave de todo este asunto de porcentajes, números y cuentas, es que ahora las clases son por internet, las tareas se envían por internet, los alumnos y profesores deben atender a las reuniones de zoom u otras plataformas para interactuar para que el proceso de enseñanza aprendizaje sea óptimo, y si no hay computadora ni internet, cómo chingados creen que se pueda cumplir con los requerimientos educativos.
Total, que la pandemia llegó justo con el censo y puso en evidencia que, a pesar de los esfuerzos del gobierno por mejorar las condiciones de las familias, hay acontecimientos adversos que no permiten avanzar a Hidalgo con la velocidad que se quiere.
Y como siempre ocurre, el pueblo le tiene que chingar el doble para acceder a mejores condiciones de vida, lo que no pasa con algunos hidalguenses de primera, llámese diputados federales privilegiados, que en los últimos tres años se han dedicado a la banalidad y mostrar que en su cabeza no hay mucho cerebro, pero que cuando se trata de abonar al desarrollo de los paisanos que les dieron su voto, nomás no se les da, pero eso si ya están listos para reelegirse, eso es no tener madre.
Palabras más, palabras menos.
Y ya que hablamos de sinvergüenzas, nos enteramos de que la Secretaria General del Sindicato de trabajadores de Salud de Hidalgo, sin estar en la primera línea de combate del Covid, ya fue vacunada, cuando hay aún médicos en espera de ese beneficio para tener tranquilidad mientras desempeñan una importante labor.
¡Pero qué huevotes! Si tuviera algo de vergüenza, debería renunciar a su cargo e irse a su casa.
Pero esa conducta digna, algunos no la conocen.
Espero sus comentarios. Fb. bertha alfaro
