El presidente Andrés Manuel López Obrador envió ayer al Congreso el Proyecto de Presupuesto de Egresos de la Federación 2021, que forma parte del Paquete Económico 2021, para su análisis, discusión, modificación y aprobación. El Proyecto señala que “da prioridad a tres objetivos de política pública: ampliar y fortalecer las capacidades del sistema de Salud, particularmente los servicios orientados a la atención de los grupos en situación de vulnerabilidad; promover una reactivación rápida y sostenida del empleo y de la actividad económica, y continuar reduciendo la desigualdad y sentando las bases para un desarrollo equilibrado y vigoroso en el largo plazo”.

Para las proyecciones de las finanzas públicas la Secretaría de Hacienda estima que en 2021 el PIB crecerá 4.6 por ciento, que el precio promedio de la mezcla mexicana de petróleo de exportación será de 42.10 dólares por barril, que la plataforma de producción petrolera será de 1 millón 857 milde barriles diarios, que la inflación anual al cierre del año entrante será de tres por ciento, que la tasa de interés del Banco de México será de cuatro por ciento, y que el tipo de cambio promedio será de 22.10 pesos por dólar.

¿Son realistas estos supuestos?

Estas son algunas proyecciones del crecimiento del PIB en 2021 realizadas por el Banco de México y otras entidades nacionales y extranjeras:
Banco de México: 2.88 por ciento ; Banco Mundial: tres por ciento ; Bank of America: 4.5 por ciento; 28 especialistas consultados por Citibanamex: 3.4 por ciento; 38 especialistas en Economía del sector privado consultados por Banxico: tres por ciento; FMI: 3.3 por ciento; Focus Economics: 3.4 por ciento; Moody’s: 3.7 por ciento; Trading Economics: uno por ciento.

Parece que la proyección del PIB hecha por Hacienda peca de optimista, ya que la mayoría de los pronósticos se inclinan hacia un crecimiento que irá del 3 por ciento al 3.4 por ciento. Habrá que ver si estas predicciones se logran porque también la mayoría de los arriba anotados suelen equivocarse año tras año.

Hacienda añade que su estimado de 4.6 por ciento “podría ajustarse si la disponibilidad de una vacuna contra el Covid-19 permite una reapertura amplia a principios del año”, olvidando que después de que la efectividad de una vacuna sea probada y comprobada, pasarán meses para que se fabriquen, almacenen, distribuyan y apliquen las dosis a decenas de millones de hombres, mujeres y niños, ya que AMLO ha prometido que su aplicación será universal.

Me gustaría estar totalmente equivocado, pero creo que por los problemas logísticos que se presentarán para aplicarle la vacuna a unos 120 millones de mexicanos, no es muy factible que haya una “reapertura amplia a principios del año”.

La importancia de la proyección del PIB para 2021 es fundamental para el cálculo del presupuesto federal 2021. La diferencia de entre -1.2 a -1.6 puntos porcentuales significa que será difícil alcanzar los ingresos presupuestarios estimados de 5 billones 539 mil millones de pesos para 2021, monto tres por ciento menor al los aprobados para este año, pero mayores en 6.4 por ciento a los que finalmente se ejercerán en 2020.

Las demás proyecciones de las finanzas públicas consideradas por Hacienda también deben ser analizadas fríamente porque, como es su costumbre, sus expertos suelen equivocarse por ser demasiado optimistas.

En próximas columnas comentaré más sobre este asunto.

Eduardo Ruiz-Healy