Cuando se les preguntó a varios directores de empresas internacionales: ¿Cuáles serán los riesgos que deberán de tomar en cuenta para los próximos años? La mayoría coincidió que los ciber ataques serán uno de los grandes retos que tendrán que enfrentar. Esta semana lo que pasó con twitter es un claro ejemplo de que ninguna plataforma está segura, imagínense la impotencia de personajes como Obama, Bill Gates o Elon Musk al ver que estaban usando sus cuentas para pedir dinero, y lo peor saber que hubo gente que cometió el gravísimo error de caer en la trampa y enviar dinero a la cuenta de los hackers. Todas las bases de datos son vulnerables y efectivamente el riesgo de ser hackeados está siempre latente.
En nuestro país el año pasado fuimos testigos de como hackearon a PEMEX y debido al problema que ocurrió, muchas gasolineras se quedaron sin combustible en lo que se restableció el sistema informático. De igual manera en agosto del año pasado se supo que el sistema de pagos con tarjetas de crédito y débito del Banco de México había sido hackeado por lo que por varias horas mucha gente se quedo sin poder usar este servicio. Así mismo, Banorte tuvo problemas en donde al parecer les robaron 300 millones de pesos. Y así podemos enumerar varios casos de empresas grandes que han sido afectadas.
Pareciera que los hackers sólo atacan a las grandes empresas o a gobiernos, pero no es así. Cualquier negocio que tenga un sistema está en riesgo. Durante la cuarentena varios negocios pequeños fueron víctimas de estas prácticas. El modus operandi es sustraer la información de las empresas y después solicitar un monto considerable por ella. He tenido conocimiento de gasolineras que han sido victimas de este esquema y desafortunadamente quedan paralizadas sus operaciones en lo que resuelven cómo iniciar sus sistemas. Esta misma semana me enteré de un restaurante que cuenta con servicio a domicilio que sufrió un ataque en el que igual les sustrajeron toda la información y le solicitaron dinero a cambio de reestablecer sus datos.
Como podemos ver, ya no se trata de las grandes corporaciones sino cualquier pequeña empresa o individuo puede perder toda su información en cuestión de segundos. Por ello es de suma importancia tomar todas las medidas necesarias para prevenir este tipo de actos. Queda muy claro y después de ver lo que pasó con twitter que nadie esta a salvo y hoy más que nunca debemos tener mucho cuidado con nuestra información personal. Las grandes empresas y los gobiernos deberán estar atentos a los ataques cibernéticos que seguramente seguirán. Veremos quien sigue y si tienen información importante más vale hacer un respaldo a tiempo que ser victimas de chantaje cibernético.
