Por vez primera, los alumnos del sistema educativo en Hidalgo, festejaron ser ellos quienes colocaron un tache en la frente de los maestros, quienes además de ser obligados a poner calificaciones aprobatorias, la misma circunstancia del Covid-19 exhibió el grave analfabetismo digital que padecen.

Conforme avanzó el cierre de escuelas días después de la primera quincena de marzo, la figura de los 53 mil 360 profesores se comenzó a difuminar en muchos de los casos, algunos escudados en la ausencia de internet para llegar a sus alumnos y la gran mayoría a consecuencia del grave atraso que tienen en el manejo de las plataformas digitales.

El último antecedente de una oficina dedicada a la actualización de los profesores cerró sus puertas en 2016 y partía de un programa federal denominado Red Educativa, encargado de capacitar en la habilitación de las aulas de medios y en algunos casos hasta en el manejo de nuevas tecnologías de pizarrones electrónicos y otras.

De acuerdo a los encargados de educar a la niñez hidalguense, quien busque desarrollar habilidades digitales, tendrá que hacerlo fuera de la SEPH, al no existir un área al menos de orientación.

Este analfabetismo promovido desde el gabinete educativo, parece obedecer al perfil del cuadro directivo quienes juntan mucha experiencia, mucho oficio administrativo, aunque sus habilidades prospectivas en materia digital no la tienen presente. Dosis de comodidad para un profesorado que alcanza un 60 por ciento con edades superiores a los 40 años.

La llegada de la pandemia puso contra la pared al sistema educativo oficial, quien lamentó que haber regalado computadoras el día del maestro, tabletas y en algunos casos dotado de teléfonos inteligentes, de nada sirvió al ser incapaces de establecer comunicación con sus alumnos.

Bajo el pretexto de que los alumnos no contaban con internet, gran parte de los 40 mil profesores iniciaron un periodo extraordinario de vacaciones, mientras que otros, los menos, según su propio dicho, alcanzaron resultados sorprendentes no sólo con sus alumnos, sino con los padres.

A través de plataformas como Zom, alcanzaron, sí con algunas dificultades, continuar con el curso sin mayores contratiempos. Estos menos, por supuesto que no tendrán que regalar la calificación como sus compañeros, puesto que ellos si dieron certeza a su labor de enseñanza.

De acuerdo a quienes participaron en el desarrollo de habilidades virtuales, apenas un 25 por ciento del magisterio podría tener la posibilidad de utilizar una computadora con fines educativos y de comunicación con sus alumnos.

Esta carencia de habilidades que inutilizó el sistema educativo en donde más gasta el gobierno estatal, busca ser subsanado con un “bomberazo”, según los propios profesores que ahora tendrán un curso exprés brindado por 800 estudiantes de la Universidad Politécnica Metropolitana.

Los llevaran de la mano por el uso de la plataforma Zoom, luego el uso del Google Drive y algunas herramientas del classroom.

Esto podría representar que cerca de un millón de estudiantes tendrán acceso a la educación, ahora sí, sin pretextar el analfabetismo digital que paralizó todo un sistema educativo.

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