Apenas hace unos días, señalaba ciertas inconsistencias entre el programa sectorial de medio ambiente y las propuestas emergentes que planteaba la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales.

Comentaba que la secretaría habla de siete transiciones que cambiarían el rumbo de México. La Semarnat establece que “este haz de transiciones conforma una política de emergencia, restauración y conservación de los elementos vitales que requerimos como un derecho humano esencial”

Hace referencia al “aire limpio y respirable, bosques y agua para el bienestar social, transición energética, alimentos sanos, hábitat apropiado, reciclaje de residuos y hogares y comunidades sustentable” como ejes trascendentales del gobierno que se autodenomina la Cuarta transformación.

Dicho de esa manera uno piensa en las cuestiones ambientales, su trazado en el país, data de la década del 70, una y otra vez los planteamientos se convirtieron en demandas, demandas que dejaban entrever que la justicia ambiental estaba aun lejana en el país. Entendiendo por justicia, no solo el hecho de que se sanciones a quien contamine, sino también que la planeación económica contemple el componente ambiental como mecanismo de crecimiento económico y desarrollo social.

Décadas de trabajo, cientos, miles de personas involucradas en la búsqueda de mejores condiciones de vida y mejores políticas de conservación en el país. Tocar, golpear la puerta del gobierno para obligarlo a escuchar la necesidad de construir procesos equilibrados en el uso de los recursos naturales del país.

Pero de pronto, escuchar del propio Secretario de Medio Ambiente y Recursos Naturales, Víctor Manuel Toledo, asegurar que al presidente de la republica le importa un comino el medio ambiente y las políticas ambientales, es escuchar algo, que para muchos es increíble e inadmisible.

¿Qué es la 4T sin políticas ambientales? ¿Acaso considera la protección del ambiente una acción del conservadurismo? Es una terrible declaración, por decir lo menos, lo que se escucha decir al propio Secretario.

La 4T sin políticas ambientales, se convierte en un gobierno más, de hecho, ya lo era. Un gobierno de carácter popular, pero sin sentido de lo popular, porque no se trata solo de los programas sociales, se trata también, del espacio en el que las familias disfrutan esos programas sociales y eso, es el entorno en el que se desarrollan, conviven, construyen sus sueños.

Si el presidente quiere o pretende encabezar una profunda transformación del país, necesita de políticas ambientales.

Asegura el secretario que no vamos a poder transitar a la agroecología de manera libre porque – dice – “el Presidente y la Secretaría de Agricultura y el Jefe de Presidencia están en contra de todo esto, están en contra incluso, hay que decirlo, están en contra del programa de Sembrando Vida, como lo han expresado”.

Pero más allá de eso, explica que es el propio Alfonso Romo quien se opone a las energías renovables, poco a poco se fue dejando entrever una serie de contradicciones entre la Semarnat y la Sener, de tal suerte que se vuelve insostenible la posibilidad de acceder a energías renovables en el país.

Sin embargo, lo más inverosímil es el hecho de que haya una intervención directa de la presidencia de la república en el tema de Grupo México. Que sea el Jefe de la Oficina dela Presidencia, quien pida no sea la secretaría tan dura con ese grupo habla de la transformación que pretenden para México.

La simple insinuación de que se fuera más sensible con un grupo que ha producido graves daños al medio ambiente, habla de una postura inconcebible en un gobierno que se asegura limpio y libre de corrupción.

Es grave lo que, de la mano de Víctor Manuel Toledo, se supo del gobierno del presidente López Obrador. Grave porque deja al descubierto los enfrentamientos y las luchas por el poder, pero también la forma en que algunos buscan servir a los intereses neoliberales a los que dicen combatir.

Bajo esa tesitura, es válido preguntar, ¿Habrá justicia ambiental en la 4T? ¿Qué es lo que verdaderamente le interesa al Presidente? ¿Podemos Hablar del pueblo? Pero ¿qué pueblo?

Nosotros estamos tratando de que este gobierno revise a la empresa Minera Autlán, pero ahora después del audio filtrado en el que se deja la certeza de que la 4T no es pro ambiental, surge la duda de si es posible hacer tal revisión.

Muchos pedirán que se vaya el Secretario, que su postura de crítica hacia el gobierno es falsa y miente en torno a lo dicho en el audio filtrado, es común, pero ¿Qué va a decir el presidente de la república?

Pero el daño, si es lo que pretendían al filtrar el audio, ya está hecho. Ahora habrá un buen tiempo en el que se discuta la moralidad del gobierno y la confiabilidad del mismo frente a los problemas que enfrentamos.

Es probable que el presidente presuma el acuerdo firmado entre el IMSS y el Organización Panamericana de la Salud en torno al acceso pronto y preferencial de México a medicamentos retrovirales, oncológicos y a la vacuna, en cuanto esté lista, del COVID -19.

Quizá simplemente diga que la presa los Pilares ya se concluyó y que fue inaugurada en este gobierno, que va a permitir controlar las avenidas de agua y reducir los riesgos para las comunidades cercanas.

O tal vez nos comente sobre la aprehensión del Marro, el criminal más buscado por el gobierno y el Cartel Jalisco Nueva Generación, de mano le ganó el gobierno. Tal vez nos hable de los otros delincuentes aprehendidos. Quizá.

Probablemente descalifique a su secretario de medio ambiente y lo invite a que, si no está de acuerdo, se marche por la puerta que quiera elegir, al final del día, todos tenemos derecho a definirnos políticamente y al parecer. Víctor Manuel Toledo, se volvió reaccionario, fifí, conservador y está en contra de la transformación del país.