La sociedad hidalguense cuenta con un equipo de 17 legisladores –entre diputados y senadores– que deberán mostrar sus capacidades de negociar ese presupuesto extraordinario que necesitan nueve municipios que, en este momento, son amenazados por los niveles del Río Tula.
La destrucción y la desolación ya campea entre los habitantes de Tula, quienes vieron impotentes como se perdía su patrimonio entre las aguas negras que desalojó el caño de la Ciudad de México y varios municipios del Estado de México. Por ello, urge una respuesta, una buena noticia.
Se necesita conocer cuáles son los planes del gobierno federal para quitar esa amenaza, que al menos en los últimos 14 días ha sonado la alarma de desalojo en tres ocasiones.
Existieron al menos 2 mil millones de pesos destinados para ensanchar, rectificar y recubrir las paredes del Río Tula en el 2017, que venía como colación de la mega obra del Emisor Oriente que desemboca en los cuerpos de agua de Hidalgo.
Sin embargo, el populismo barato del entonces alcalde de Tula, Gadot Tapia, frenó esa millonaria obra bajo el supuesto respeto a la petición de un grupo de ambientalistas. Incluso, corre un clip en las redes sociales donde amenaza a la Conagua que o frena la obra o él lo haría.
Esta bravuconada institucional, ya le costó la vida a 18 personas, la pérdida del menaje de casa de 2 mil 500 familias, el capital de mil 500 negocios, la destrucción de al menos dos hospitales, como también la esperanza de salir del bache económico causado por la pandemia.
Sujetos con esa calidad moral, todavía se pasean por las calles en camionetas polarizadas y en lugares exclusivos en donde los afectados, los damnificados no le alcancen a gritar sus verdades.
Ahora es tiempo de conocer las habilidades de los diputados federales que recién se estrenaron como legisladores, veremos si son reales, o más de lo mismo. Si logran los recursos urgentes para las obras del río.
En el proyecto del presupuesto de egresos del 2022, Hidalgo apenas es citado en seis ocasiones y en ninguno de ellos, aparece alguna obra de relevancia o que sirva para detonar la economía regional. Los dados presupuestales se cargaron hacía Veracruz, Tabasco y la península de Yucatán.
La propuesta de resarcir los daños a los damnificados tan sólo de Tula, alcanza la cifra de 4 mil millones de pesos y otros dos mil para rectificar y recubrir las paredes del río. Uno de los proyectos emblemáticos es el tren interurbano México-Toluca y para ello se aplicarán 7 mil millones, cito esta obra para dimensionar el tamaño del daño.
Ya está planificada la inversión de 2 mil 300 millones de pesos para el proyecto hidrológico para proteger a la población de inundaciones, pero en Tabasco.
Cierto que en Hidalgo la inversión más alta será la conservación de la carretera Pachuca-Tulancingo, que se encuentra bajo un esquema de conexión con la México-Pirámides.
Será una tarea titánica la que tendrán que hacer estos legisladores, que apenas se están acostumbrando a los lujos que brindan los altos salarios y prestaciones.
El compromiso de los senadores Nuvia Mayorga o Miguel Osorio no se nota a tres años de su postulación mientras que sobre Julio Menchaca y María Merced González, tenemos la esperanza de que brille en estos momentos de urgente necesidad.
Nimiedades: ¡Aguas! Me dijeron, guarda las gallinas porque te las puede pellizcar, llegó de Zuheros y viene por más.
