Sin atender las recomendaciones de guardar la sana distancia inició la jornada de vacunación contra el coronavirus en Huejutla y Atlapexco.
Desde que empezó la pandemia, el principal reclamo había sido contra los ciudadanos que no respetaban las medidas sanitarias, pero ahora resultó que fueron los responsables de organizar la vacunación quienes no cumplieron con las indicaciones que ellos mismos habían difundido.
Iniciaron con el tradicional acarreo de los adultos mayores que serían vacunados, a bordo de camionetas del transporte público, como las que se usa en la Huasteca para llevarlos a votar.
En cada camioneta iban alrededor de 10 adultos mayores y ya se imaginaran, sentados uno junto a otro, con solo unos centímetros de distancia, sin respetar una de las principales indicaciones que las autoridades de salud han remachado una y otra vez.
Y así, entre empujones y hacinamientos, comenzó la travesía de cientos de huastecos, desde sus comunidades hasta los centros de salud para iniciar la vacunación.
Filiberta vive en una comunidad que se ubica a más de 40 minutos de la cabecera municipal, así que pensó que sería complicado estar a tiempo para formarse en la fila. Cual fue su sorpresa que muy temprano llegó una de las camionetas del transporte público a recoger a los adultos mayores para trasladarlos de ida y vuelta hasta el Centro de Salud.
Filiberta, que solo había tomado un café y pan como desayuno, se acomodó en la caja de la camioneta pickup junto con muchos de sus vecinos que ya pasan de los 60 años. Para algunos de ellos abordar el transporte fue complicado porque estaban muy altos los escalones, así que como pudieron subieron a la camioneta para ir a Huejutla.
Ya frente al centro de salud, Filiberta se formó en una larga fila por más de una hora, hasta que le tocó el turno a la ficha 318.
Encabronada, Filibertha echaba pestes contra los responsables porque la desorganización era brutal. Cientos de adultos mayores se arremolinaban para lograr un lugar, aunque los encargados de la logística afirmaban que a todos les iba a tocar, que estaban garantizadas dosis para todos.
El tiempo pasaba y nada que le tocaba su turno a Filiberta que ya con hambre y sed no veía la hora de que le aplicaran la inyección.
Era tal su enojo que, a la hora de la valoración previa antes de la aplicación de la vacuna, resultó que tenia la presión alta y que tendría que esperar media hora para poder estabilizarla.
A las quinientas, Filiberta por fin entró al módulo de vacunación y en tan solo unos segundos recibió la primera dosis.
Después de permanecer en observación por 30 minutos, Filiberta salió con su constancia para recibir la segunda dosis del biológico contra la covid en fecha próxima.
Mientras guardaba los documentos en su bolsa, Filiberta pensaba que ojalá esta vacuna sirva, porque después de no guardar la sana distancia en el transporte, en la fila, seguramente muchos adultos mayores saldrían contagiados con el puto virus.
En Huejutla y Atlapexco se aplicaron en esta primera etapa más de 19 mil vacunas contra el coronavirus, se espera que en tres semanas la segunda dosis.
Filiberta espera que ya no haya tanto desmadre, que ya estén más organizados y no tengan que estar varias horas esperando para ingresar al Centro de Salud.
Antes de retirarse Filiberta levantó la voz ya molesta y les dijo que no chingaran, que ya son viejos y que no es justo que los traten de esa manera.
Finalmente Filiberta se subió a la camioneta junto con 10 personas más y regresó a su comunidad. Fin de la historia.
Espero sus comentarios. Fb. bertha alfaro
